Abusos sexuales a monjas otra crisis sobre el Papa Francisco

Ciudad de México.- El Papa Francisco podría enfrentar una nueva crisis de la Iglesia Católica, ahora por los abusos sexuales denunciados en contra de religiosas por parte de sacerdotes y obispos.

A finales del mes de enero en la revista “Mujer, Iglesia, Mundo”, que se encarta en el periódico oficial del Vaticano L´Osservatore Romano se publicó un texto donde se denuncian esos abusos en religiosas de  varios países.

El Papa Francisco, de regreso de su visita a Emiratos Arabes, fue cuestionado por los reporteros sobre ese tema, en su respuesta reconoció esos abusos, pero dijo que se ha estado trabajando en este tema durante algún tiempo y “se ha suspendido a algún clérigo”. Esa respuesta significa que no hay avance alguno en las denuncias que llegan al Vaticano y han sido ignoradas por años.

Desde la década de los 90´s religiosas de Estados Unidos presentaron un informe al Vaticano seguido de otros más, que fueron citados por el National Catholic Reporter, sobre los abusos de sacerdotes y obispos que cometieron en contra de religiosas en 23 países, como India, Brasil, Italia, Colombia, Irlanda Filipinas y varios de Africa. En la actualidad se han presentado más denuncias las de religiosas de Chile y Perú.

Ya en el 2001, el Parlamento Europeo condenó estos hechos y pidió a las autoridades de esos países que juzgaran a los responsables, y a la Santa Sede que considerara seriamente estás acusaciones, además de cooperar con las autoridades civiles, destituir a los responsables, brindar protección a las víctimas, así como reintegrar a las religiosas destituidas que se atrevieron a denunciar.

En México, según la Conferencia del Episcopado Mexicano y organizaciones como la SNAP y Católicas por el Derecho a Decidir no tienen conocimiento de algún caso.

A más de dos décadas de las denuncias, la Santa Sede no ha establecido un mecanismo para atender estos casos.

En la mayoría de los países aún falta mucho camino por recorrer para que las religiosas se atrevan a romper el silencio, porque hay rumores de que son víctimas de abusos, pero ellas se quedan calladas, aún si abandonan los conventos. 

Por eso es urgente que se animen a denunciar, pero sobre todo que las autoridades de sus congregaciones no les cierren las puertas. Porque ahí es donde están los primeros obstáculos a vencer. 

Esperamos que el Papa Francisco realmente tome en serio las denuncias de las religiosas y no espere a que  está situación sea una nueva crisis para la iglesia católica.

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