Ciudad de México.- Uruguay negó una solicitud de asilo del expresidente peruano Alan García, quien es investigado por presuntamente haber recibido sobornos de la firma brasileña Odebrecht, al considerar que en Perú los poderes del Estado funcionan libremente.
El presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, hizo el anuncio en Montevideo, y en Lima las autoridades diplomáticas de ambos países confirmaron que García, de 69 años, abandonó la residencia del embajador de Uruguay, a la que ingresó el 17 de noviembre para pedir asilo.
"No hemos concedido el pedido de asilo porque en Perú funcionan autónomamente y libremente los tres poderes del Estado, y especialmente el Poder Judicial", afirmó Vázquez.
García, que gobernó Perú en dos periodos (1985-1990 y 2006-2011), ha rechazado todas las acusaciones y se declaró perseguido político en su pedido de asilo.
Poco después del anuncio, el presidente peruano Martín Vizcarra mostró su satisfacción por la decisión de Uruguay. "En el Perú nadie tiene corona. Nuestra democracia garantiza la independencia de poderes y el debido proceso", señaló el mandatario en su cuenta de Twitter.
García es investigado por presuntamente haber recibido sobornos de la constructora brasileña Odebrecht por el contrato para la construcción del primer tren eléctrico en Lima durante su segundo Gobierno, además de 100.000 dólares de un fondo oscuro de la firma por una conferencia.
GARCÍA DICE PERMANECERÁ EN PAÍS
El expresidente, que tras la decisión se dirigió a la casa de una sus hijas y luego a su vivienda en un barrio residencial de Lima, no puede salir del país mientras los fiscales investigan el presunto caso de corrupción, por orden de un juez.
En una declaración pública leída por uno de sus colaboradores frente a su vivienda, García dijo que permanecerá en su domicilio a disposición de las investigaciones judiciales y rechazó nuevamente todas las acusaciones en su contra.
"Declaro que no existe ninguna delación, prueba o depósito que me vincule a ningún hecho delictivo y muchos menos con la empresa Odebrecht o la realización de algunas de sus obras", dijo el exmandatario en una declaración.
El secretario del exmandatario, Ricardo Pinedo, dijo que García no planea solicitar asilo a otra embajada y que los fiscales podrían pedir su detención preventiva.
"Es una posibilidad que no se descarta, pero eso demuestra precisamente que es una persecución y el motivo por el que pidió asilo político podría darse", manifestó a la radio local RPP.
REVES POLÍTICO
Tras la solicitud del asilo, decenas de detractores y simpatizantes de García se habían manifestado en contra y a favor del pedido frente a la embajada uruguaya, que estuvo resguardada por un grupo de policías antimotines. Las protestas bajaron de intensidad en los últimos días.
Esta la segunda vez que García pide asilo en un país sudamericano cuando encara investigaciones judiciales.
En 1992, luego de un autogolpe del expresidente Alberto Fujimori cuando cerró el Congreso, García ingresó a la embajada de Colombia en medio de acusaciones de corrupción y enriquecimiento ilícito durante su primer Gobierno.
Colombia le concedió el asilo y García vivió cerca de 10 años entre Bogotá y París. Tras la caída de Fujimori, luego de un escándalo de corrupción, pudo volver a Perú en 2001 cuando la justicia declaró prescritos los delitos.
Los casos que involucran a Odebrecht han salpicado a los cuatro últimos presidentes de Perú y a una excandidata presidencial que cumple tres años de prisión preventiva mientras se la investiga por presunto lavado de activos.
Los mandatarios Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski encaran en Lima sus investigaciones, mientras que Alejandro Toledo tiene un pedido de extradición desde Estados Unidos. (Reuters)
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