Se alarga la disputa entre Los Chuchos y Mancera por el PRD

Ciudad de México.- «Yo no me autopropuse para ningún espacio dentro del partido, pero yo quiero que le vaya bien al PRD», afirma Alejandra Barrales con un semblante serio minutos antes de que iniciara el Consejo Nacional del sol azteca donde se tenía programado elegir al nuevo presidente del sol azteca. La fecha se aplazó dos semanas.

Ella, hoy secretaria de Educación de la Ciudad de México, es la propuesta que empuja la corriente Vanguardia Progresista, que liderea, Héctor Serrano, su compañero en el gabinete de Miguel Ángel Mancera. Las corrientes perredistas la acusan de ser la candidata del jefe de Gobierno, quien aspira a la candidatura presidencial en 2018.

Prudente, Barrales asegura que es importante tener el apoyo de Mancera, pero también de todos los gobernadores, diputados y senadores. Llama a la unidad.

Junto a Raúl Flores y Eduardo Venadero, Alejandra Barrales entra al pleno del IX Consejo. Antes, dialoga e incluso posa para las cámaras junto a Serrano, quien está en las negociaciones.

A la entrada de Expo Reforma, Serrano y Jesús Zambrano, líder de Nueva Izquierda, se dan la mano y se abrazan. «No hay rompimiento», dice el líder de Vanguardia Progresista, aunque en la mesa, Zambrano pidió la presidencia del PRD de la capital del país para apoyar a Barrales y siguen sin acuerdo.

«Alejandra no ha necesitado el acompañamiento de nadie, tiene una aspiración justa y hay que procesar todos los temas, por si sola tiene un espacio que se ha ganado a pulso sola», dice Serrano.

Barrales sonríe a las cámaras y a sus «camaradas»  rumbo al Consejo. Ya en el pleno, la ex presidenta de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, no se sienta en la mesa de Vanguardia Progresista, sino con Nueva Izquierda, la corriente que la apoyo para ir al Senado, donde pidió licencia. A unos metros está Beatriz Mojica, la carta fuerte de los «Chuchos» y ambas mantienen la cordura.

Hace dos semanas, Agustín Basave renunció al cargo que ganó en un acuerdo de unidad dentro del PRD en noviembre pasado, sin embargo, llegó al Consejo Nacional, tranquilo pues, dice, «dirigir al sol azteca fue el mayor privilegio que pudo tener en su vida». Lo acompaña un séquito de personas y con el respaldo único de la Iniciativa Galileos, que comanda Guadalupe Acosta Naranjo. La pugna de las tribus perredistas y los resultados electorales del 5 de junio lo echaron del partido.

En la fila avanza Raúl Flores y Eduardo Venadero. Esperan en la entrada del recinto a Serrano.

Los acuerdos están en el aire y ahora se barajan los nombres de Barrales, Mojica y Pablo Gómez, pero no se descarta que aparezca un cuarto candidato sin afiliación a alguna corriente para reivindicar al sol azteca rumbo a la elección de la gubernatura del Estado de México el año siguiente.

Así lo hicieron saber Zambrano y Ortega el viernes pasado al jefe de Gobierno, en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento.

«No tengo veto a nadie, pero vamos a seguir apoyando la propuesta de Beatriz, hasta ahorita no tengo contemplado un escenario donde declinemos esta propuesta», asegura Ortega.

Ante la parálisis, Mojica asume el papel de encargada de despacho rumbo a la elección del nuevo dirigente y en suprimir mensaje garantiza que no habrá «choque de trenes» en el partido. El diálogo está abierto.

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