Miles marchan para conmemorar los 50 años de la masacre de Tlatelolco

Ciudad de México.- Miles de estudiantes y personas abarrotaron la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco y marcharo para recordar a  reprimidos hace 50 años.

A la multitudinaria concentración acudieron activistas, estudiantes universitarios y exlíderes universitarios de 1968, algunos de ellos sobrevivientes de la matanza, cuyo número total de víctimas aún se desconoce.

Los participantes  guardaron en el Zócalo capitalino un minuto de silencio en memoria de las personas fallecidas en esos hechos violentos.

Previo a ello, se efectuó un pase de lista de los activistas que participaron en el movimiento y se lanzó la tradicional consigna de "2 de octubre no se olvida, es de lucha combativa".

Por la mañana, el presidente electo Andrés Manuel López Obrador hizo el "juramento" de que al tomar el poder el 1 de diciembre "jamás se utilice la fuerza para resolver conflictos, diferencias, protestas sociales".

"No va a haber autoritarismo", subrayó desde Tlatelolco, junto a líderes estudiantiles. En respuesta, los asistentes gritaron "¡2 de octubre no se olvida, es de lucha compartida!", y "¡ni perdón ni olvido, castigo a los asesinos!", mientras ondeaban banderas blancas, negras y rojas.

La conmemoración inició por la mañana cuando legisladores y el secretario de Gobernación (Interior) encabezaron una ceremonia en el Zócalo (plaza central de la capital), en la que la bandera mexicana fue colocada a media asta.

La tarde del 2 de octubre de 1968, los líderes estudiantiles improvisaron una tribuna en el edificio Chihuahua del complejo habitacional de Tlatelolco, que da a la Plaza de las Tres Culturas, para dirigirse a 8.000 asistentes allí concentrados.

El gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernaba desde hacía cuatro décadas, quería contener las protestas estudiantiles 10 días antes de la apertura de los Juegos Olímpicos en Ciudad de México, la primera vez que un país latinoamericano fuera anfitrión del evento.

El mitin proseguía pacíficamente cuando de pronto un helicóptero dejó caer luces de bengala verdes y francotiradores abrieron fuego indiscriminado contra la multitud.

Severiano Sánchez, entonces de 18 años, recuerda cómo logró salvarse rodando por unas escalinatas situadas en una de las esquinas de la plaza.

"Había francotiradores hasta arriba de todos los edificios", rememoró.

La prensa internacional reportó entre 300 y 500 muertos en la masacre, mientras que el gobierno sólo reconoció 20. (AFP) 

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