Ciudad de México.- Aunque hayan pasado tan sólo algunos años, la festividad de Muertos parece de una época lejana, inclusive extraña.
Las condiciones del Covid-19 han hecho imposible la celebración de actividades masivas e inclusive los panteones permanecerán cerrados el 1 y 2 de noviembre.
El desfile que se realiza desde la columna de la Independencia hasta el zócalo de la Ciudad de México llegó para quedarse, aunque esta vez haya sido suspendido.
Es interesante recordar que el desfile fue ideado desde la administración pública y en particular la capitalina y que significó un esfuerzo bastante grande, para hacerlo viable e inclusive para atajar algunos prejuicios.
Para que esto ocurriera, se combinaron los elementos de una fuerte tradición cultural y los apremios de James Bond. Sí, el 007 que en la película Spectre recrea un desfile de carros alegóricos que nunca había ocurrido en la capital del país. ¿Cómo la Ciudad de México no tendría algo similar o inclusive mejor que lo se aprecia en la cinta protagonizada por Daniel Craig y Stephanie Sigman?
Es más, algunas de las carrozas monumentales utilizadas en el film, marcharon, en 2016, por calles y avenidas y realmente resultó espectacular.
Aquella fiesta rebasó cualquier pronóstico y miles de artistas desfilaron y cientos de miles de ciudadanos y sus familias atestiguaron un acontecimiento que le dio al día de muertos un toque especial en la Ciudad de México.
A ello hay que añadir, que en el zócalo se monta una ofrenda que es ideada por artistas y que tiene el propósito de recuperar tradiciones y propuestas. Hubo una muy buena de las trajineras de Xochimilco, que entre luces y velas recreaban un lago y recordaban con una solemnidad profunda a los muertos.
Ojalá pronto exista una vacuna para el Covid-19 y podamos recuperar los espacios de convivencia pública. El encierro y el distanciamiento social son una oportunidad para reflexionar y para aquilatar la importancia de agendas comunes y de propuestas que dan sentido a una propuesta y a un ambiente cultural que es parte de la propia piel de los países.
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