Atentado contra las libertades

Ciudad de México.- El atentado que desde Palacio Nacional se prepara en contra de los órganos autónomos es la antesala para coartar las libertades.

Acabar con los contrapesos no es un buen augurio. Todo lo contrario, es volver a la opacidad y al manejo discrecional y autoritario de los recursos.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, tiene en la mira al Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI), al Instituto Federal de Telecomunicaciones y a la Comisión Federal de Competencia Económica, y por eso hoy reunirá a su gabinete, para ver qué otros organismos puede desaparecer.

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No se trata de austeridad ni de generar ahorros. El presupuesto de estos tres organismos es solo representativo respecto a lo aprobado por la Cámara de Diputados para 2021.

La obsesión tiene que ver con que al Presidente no le gustan los contrapesos y es enemigo de la transparencia. Desde diciembre de 2018, las dependencias del gobierno rechazan cualquier solicitud de información.

Un ejemplo burdo. En marzo de 2019 y ante notario público, el tabasqueño firmó un compromiso para no reelegirse. Cuando el INAI solicitó una copia certificada del documento, la Presidencia respondió que era inexistente.

Al mandatario le causa urticaria la rendición de cuentas. Por eso quiere dejar en manos de la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, una empleada incondicional y servil, la transparencia.

López Obrador olvida que su triunfo de 2018 tiene que ver con trabajos periodísticos que descubrieron la Estafa Maestra, la Estela de Luz, la Casa Blanca. 

¿A qué le teme el Presidente? 

Diego Valadés, del Instituto de Investigaciones Jurídica de la UNAM, escribió en Tuiter que “los órganos constitucionales autónomos no son perfectos, pero tampoco inútiles. Requieren ajustes para corregir excesos y deficiencias”. Y añadió que “hay que mejorarlos, no desaparecerlos”.

López Obrador no tiene la mayoría suficiente –dos terceras partes– en el Senado para desaparecerlos.

Pero si el gobierno le muestras los dientes al PRI y Movimiento Ciudadano continúa de palero de López Obrador, la puede lograr.

El Presidente concentraría, como en los años 60 y 70, todo el poder sin que nadie pueda investigar si, por ejemplo, su familia se beneficia con contratos de Pemex, como sucedió con su prima Felipa Obrador.

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