La noche de este miércoles, periodistas protestaron frente a las instalaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) de la Ciudad de México por el asesinato de 15 colegas en lo que va del año. El último fue el del comunicador Fredid Román, ocurrido apenas el 21 de agosto.
Román, quien fue acribillado a balazos en el centro de Chilpancingo, Guerrero, era director del semanario La Realidad, tenía un noticiero que se transmitía de manera independiente a través de redes sociales y se desempeñaba como columnista en varios medios locales.
Ante la impotencia por el asesinato de su último colega, el poco avance en las investigaciones de cada uno de los otros casos y la falta de condiciones laborales aptas —pues también denuncian que los medios los someten a una constante precarización—, alrededor de 50 personas del gremio clausuraron de manera simbólica las instalaciones de la FGR.
“No sólo es la delincuencia”
Las y los periodistas colocaron cintas amarillas a lo largo de las puertas de cristal, pegaron fotografías impresas de las víctimas y acomodaron veladoras en la entrada de las instalaciones ubicadas en la Avenida Insurgentes 20, colonia Roma Norte, Ciudad de México.
“Nos están matando porque la protección que nos están mandando en nuestro país es endeble, es insuficiente, hay que detener esta ola de violencia en contra del gremio periodístico”, dijo el periodista Rodolfo Montes, originario de Quintana Roo.


El mes pasado, Montes acudió a la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador para denunciar que hombres identificados como parte del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) lo amenazaron de muerte.
“Yo insisto: no es delincuencia común la única que nos está arrebatando a compañeras y compañeros del gremio, son servidores públicos, lo mismo de la Ciudad de México que en cualquier otro lado”, expresó con lágrimas en los ojos por el coraje y el dolor que le provoca el tema.
“Esperan a que nos asesinen para darnos seguridad”
Jonathan Cuevas, periodista desplazado de Iguala Guerrero, denunció que la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) no ha investigado las denuncias que sus compañeros del estado han interpuesto.
“Es mentira que se estén investigando los asesinatos de compañeros, ojalá y el de Fredid, de verdad, no siga esta tendencia de no investigar, de no hacer justicia […]. Nosotros nos preguntamos aquí si la fiscalía del estado y de la República están esperando a que nos asesinen para poder dar seguridad”, señaló.
El mismo miércoles, antes de la protesta, se llevó a cabo el funeral y sepelio de Fredid Román, en un clima de tristeza, angustia y bajo resguardo policiaco. Cuevas hizo énfasis en esto último: “Hoy que sepultaron a nuestro compañero Fredid en la comunidad de Buenavista, Chilpancingo, hoy sí hubo seguridad, hoy sí enviaron policías”.
Tras terminar con los pronunciamientos, las y los periodistas hicieron pase de lista a sus 15 colegas asesinados en lo que va de 2022. Después, 15 siluetas fueron dibujadas en el suelo con gis, en un intento por representarlos. Este número da razón a lo que Reporteros Sin Fronteras advierte: México es el país más peligroso para ejercer el periodismo.

