Desde el mes de julio pasado con la victoria del candidato Bernardo Arévalo del partido Movimiento Semilla se ha abierto una crisis en Guatemala.
Fiscales del país han buscado anular las elecciones por «irregularidades».
Este polémico suceso es tomado como una persecución política.
Una de las acciones principales que podrían ratificar esta presunta persecución, es el allanamiento que realizó la Fiscalía a las oficinas de Movimiento Semilla poco después de haberse obtenido los resultados.
El allanamiento se justificó en razón a un posible caso de corrupción con el que se buscaba cancelar al partido.
Posteriormente, fiscales acusaron a Semilla por supuestos pagos a cambio de firmas, por afiliar a personas fallecidas y por afiliar a personas que no dieron su aprobación.
Aunado a estas denuncias, el MP también agregó una en contra del presidente Arévalo por un supuesto lavado de dinero, esto derivado de los 44 mil dólares que utilizó para pagar una multa al partido.
Posible golpe de estado
Con las diversas acciones que han realizados los fiscales guatemaltecos en contra de su candidato electo a la Presidencia, la OEA condenó los hechos por realizar un intento de Golpe de Estado.
También es importante mencionar que la presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE) afirmó que no es posible que se repitan ningunas elecciones.
Agregó que los resultados son inalterables, con lo que confirmó que los diputados y el grupo presidencial están listos para tomar el poder este 14 de enero de 2024.
Sin embargo, en la ultima sesión realizada por el MP, se solicitó que fuera retirada la inmunidad que poseen el candidato electo y la vicepresidenta electa Karin Herrera.
La Fiscalía declaró nuevamente que las elecciones ganadas por el candidato del partido Movimiento Semilla, no son validas.
Con esto el país nuevamente se encuentra en una crisis política la víspera de su cambio de gobierno.
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