Ruiz y la tercera vía

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Luis Eduardo Velázquez Director del diario y semanario digital Capital CDMX

Ciudad de México.- En el Congreso de la Ciudad de México se está dando un reacomodo de fuerzas para lograr que el grupo mayoritario de Morena salga de la crisis en la que se encuentra.

Con sigilo, se ha ido formando como cabeza de ese grupo el morenista Rigoberto Salgado, leal a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, desde que eran pares como jefes delegacionales, y quien preside el Comité de Administración.

En ese grupo que se ve como una tercera vía de manera natural se han ido agrupando todos los legisladores que se sienten decepcionados y acusan la voracidad de los vicecoordinadores José Luis Rodríguez, quien cuenta con el respaldo del ala de Ricardo Monreal, y Valentina Batres, hermana del senador Martí Batres. 

El reparto de los órganos administrativos es una muestra de cómo los grupos se sobre representaron y no garantizaron la equidad, generando conflictos en áreas sustantivas como la de Comunicación Social o el Canal del Congreso.

El movimiento de diputados y la formación de grupos ha sido una constante en la bancada de Morena, por lo cual el primer año de la legislatura fue desastroso.

Parte del desastre se debió a que Rodríguez y Batres hicieron una dupla que en los hechos boicoteó el trabajo de su coordinador Ricardo Ruiz, quien a su llegada, que fue muy atropellada, había diseñado un grupo colegiado para respetar la pluralidad del grupo parlamentario.

Un ejemplo es el juego que ha tenido Guadalupe Chavira, quien en principio torpedeó a José Luis Rodríguez, luego se sumó a él para intentar llevarlo a la coordinación y ahora va de la mano de Rigoberto Salgado en la consolidación de este tercer grupo que parece ser un elemento que permita el equilibrio de fuerzas. 

Ahí es donde se está trazando el resurgimiento de Ricardo Ruiz y su fortalecimiento como coordinador, debido a que podrá asumir su papel e incidir en las negociaciones con los tres grupos para lograr que el reparto de espacios y de recursos no se desequilibre.

Ricardo Ruiz tiene muy claro que su papel en lo que resta de la legislatura, luego de que Rodríguez y Batres le impidieron mantener la Presidencia de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) los tres años, es lograr la unidad y cohesión del grupo para que la agenda de Morena y de Claudia Sheinbaum salga por unanimidad y en los tiempos pactados.

En ello, ya logró un primer acuerdo e incluso un cronograma de fechas avalado por la Jucopo para sacar los temas principales que los obliga la Constitución capitalina como la Ley de Planeación con fecha máxima del 7 de noviembre próximo y la ley Orgánica de Fiscalía General de Justicia donde ya se da por hecho la continuidad de Ernestina Godoy.

A decir de Ruiz, en el Congreso ya está listo el dictamen de la Ley de Planeación y ya hay consenso con las áreas del Gobierno de la Ciudad involucradas en el tema para poder sacarlo incluso antes del plazo establecido.

Dicen que nadie sabe para quien trabaja y ahora la coyuntura abierta en el Congreso de la CdMx parece que le va a devolver el mando a Ruiz debido a que los grupos monrealistas y de Batres se diluyen y no pasan de los siete u ocho legisladores por mostrar una ambición vulgar.

Ahora el reto de Ruiz es generar los equilibrios con los grupos y darle salida al órgano legislativo en este año que será el más productivo porque inician el periodo electoral y el Congreso volverá a ser una cámara húngara.

NOCAUT. El alcalde de Morena en Gustavo A. Madero, Francisco Chiguil, está contra las cuerdas al descubrirse la red de nepotismo que ha tejido. En la demarcación se preguntan de qué sirvió votar contra el PRD si llegó a instaurar a la pareja imperial. ¡Abrazos, no periodicazos! 

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