Regresión al autoritarismo en Nicaragua y Venezuela: obispo Solórzano

Ciudad de México.- El obispo nicaragüense Jorge Solórzano advirtió que Nicaragua y en Venezuela se vive una regresión al autoritarismo. “Esos gobiernos tienen que entender que el mundo ésta cambiando, tienen que abrirse al mundo, ya no se puede seguir con el mismo sistema”.   

Con la experiencia de haber sido testigo de la guerra civil que se vivió en Nicaragua con el gobierno de Anastasio Somoza, el obispo Solórzano consideró que se encuentra desilusionado porque se pensaba que “iba a ver una nueva Nicaragua y ahora vemos que igual no se respetan los derechos humanos, no se respetan las libertades del pueblo por lo que se luchó, ahora se vuelve a caer en lo mismo. Se tiene que luchar otra vez por la libertad, la justicia, por la democratización del país”.

Obispo de la ciudad de Granada, Nicaragua, Solórzano se encuentra en México para participar en la Noche de Testigos que es una vigilia de oración, organizada por Ayuda a la Iglesia Necesitada.

En entrevista afirmó que los obispos, sacerdotes y religiosas de ese país temen por su seguridad, porque han sido víctimas de agresiones por personas simpatizantes del actual gobierno de Daniel Ortega.

“Esas agresiones se han recibido desde la  presidencia de Ortega, el 19 de julio en la Plaza de la Revolución su discurso fue en contra de la conferencia episcopal nicaragüense, y de fanáticos quienes a los religiosos los han empujado y ofendido, además de pintas en algunas iglesias. Hay miedo de agresiones o de algo mayor”, dijo.

En Nicaragua hay 10 0bispos 500 sacerdotes y un poco más de 2,000 religiosas.

Recordó que la crisis en ese país centroamericano inició en abril pasado con una “revolución cívica del pueblo, se paralizó el país, por lo que el gobierno pidió  a la Iglesia ser mediadora en el diálogo nacional, el cual había sido solicitado por los obispos desde el 2014”.

Para el diálogo, explicó: “los obispos pedimos como puntos de agenda la justicia y la democratización del país. Se trabajó en esos dos puntos, pero en julio se dio un impasse, se cortó el diálogo nacional y no se ha logrado continuar”.

“Pensamos que la salida a esta situación tan difícil, política, social y económica que vive Nicaragua es a través del diálogo, este es el camino correcto y el pueblo ya no quiere más guerras, Ha sufrido la guerra y sabe de las consecuencias tan negativas que tiene para la comunidad y la persona humana. No quiere guerra, no quiere violencia, quiere una salida pacífica, por eso el diálogo es la solución”.

La jerarquía católica, dijo, “es muy cercana al pueblo, no sólo visitamos las parroquias en ciudades, también las comarcas, los barrios y las últimas comunidades rurales, nos platican sus situaciones y vemos las dificultades, los sufrimientos del pueblo”.

En los momentos más difíciles de la crisis, señaló que las Iglesias fueron hospitales, se les abrieron las puertas a los heridos por humanidad, así la iglesia cumplió con su misión, “pero eso trae consecuencias de ser maltratada de ser herida y de ser muchas veces ofendidas”.

Actualmente “hay cerrazón al diálogo, pero no se pierde la esperanza, espero que las autoridades reflexionen las autoridades y que haya una salida con el diálogo nacional, de lo contrario se va a profundizar la crisis y confiamos que pueda haber una reflexión para una salida pacífica”.

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