Lo que nos dice la detención de Emma Coronel

Ciudad de México.- El mensaje es claro: las familias de los narcotraficantes no están a salvo. Es lo que se desprende, en una primera lectura, de la detención de Emma Coronel, la esposa de Joaquín El Chapo Guzmán en Estados Unidos.

Es claro, también, que terminó el compás de espera y que el gobierno de Joe Biden va imprimir su propia lógica en el tema de la seguridad y más aún de la binacional.

Para el Departamento de Justicia y para la DEA, el cártel de Sinaloa nunca ha dejado de ser un objetivo de importancia y ello es así, porque las estructuras de ese grupo criminal continúan funcionando y son las que disputan plazas y poder al cártel de Jalisco Nueva Generación. Es más, una parte bastante relevante de la violencia responde a ese enfrentamiento.

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Coronel es una de las piezas del entramado que dejó Guzmán Loera y que tratan de sujetar sus hijos, Ovidio  e Iván Archivaldo, bajo la sombra de protección de Ismael El Mayo Zambada.

Las acusaciones contra Coronel se refieren a tráfico de drogas y a la colaboración operativa en las fugas de Guzmán Loera. Es difícil, sin embargo, que ella sea una de las correas de mando y más bien funge, por su propia iniciativa, como el rostro público de la organización. Pero en los hechos es también una moneda de cambio para que el líder histórico del cártel proporcione mayor información, ya que lo que ahora está en juego es el destino de sus dos hijas gemelas, quienes también viven en EEUU.

Educada en el mundo del narcotráfico, Coronel, y en una tradición familiar poderosa, acaso nunca entendió que la sentencia contra El Chapo lo era también para ella y que sus apariciones públicas la hacían un blanco de las autoridades y de los no pocos enemigos que tienen los sinaloenses.

Confundió seguridad con protección y ese fue su error, porque la primera la tenía en Estados Unidos, donde era difícil un ataque en su contra, pero nunca obtuvo la segunda para actuar con impunidad.

Para Ovidio y Archivaldo, los hijos de Guzmán Loera, las cosas no pintan mejor y las presiones para que sean capturados y extraditados irán en aumento y más en un escenario en el que la colaboración entre agencia de seguridad de aquí y al norte del río Bravo, no pasa por su mejor momento y donde los puentes de confianza fueron dinamitados.

Coronel, por su propio perfil, pondrá en la agenda el tema de lo que hace y no hace México en el combate al crimen organizado. Ese momento iba a llegar, aunque nadie imaginara que sería.

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