Saludos Ciudad de México!!!
Hoy nos hemos enterado que …
La destitución de Alfredo Hernández como titular de la Secretaría de Obras y Servicios del DF se empieza a configurar como el inicio de una reestructuración de la dependencia capitalina, pues se han registrado más salidas de funcionarios relacionados con su grupo más cercano.
Uno de ellos es el ex director general de Servicios Urbanos, Rodrigo Atilano, quien era el segundo hombre en importancia de la Secretaría, pues controlaba a 6 mil trabajadores y tenía un presupuesto multimillonario. Además en esa área está la dirección de Alumbrado Público y lleva mano en el programa de «Iluminemos tu Ciudad» que impulsa la administración del jefe de Gobierno.
En el gobierno capitalino hay otro que se tambalea. Se trata del director de la Agencia de Gestión Urbana o como se le conoce «City Manager», Fernando Aboitiz, ex secretario de Obras en la gestión de Marcelo Ebrard, principal enemigo del jefe de Gobierno. La cercanía de Hernández con Aboitiz se recuerda porque fue quien lo llevó a Obras cuando le pidieron su renuncia como subsecretario de Control de Tránsito de la Secretaría de Seguridad Pública local.
La situación del también conocido como el «cazabaches» es distinta porque su conflicto es directo con el jefe de Gobierno a quien le hizo un berrinche tras no alcanzar su curul plurinominal a la Cámara de Diputados, que le habían prometido, y por el maltrató que le dieron a su ex vocero, Roberto Candia, quien se quedó esperando la candidatura a delegado en Miguel Hidalgo.
Lo cierto es que la corrupción en el gobierno del DF no termina y hoy los funcionarios caen como en el viejo régimen a «periodicazos» filtrados desde la misma casa.
¿Órganos «autónomos»?
Para nadie es sorpresa que en el gobierno del DF la corrupción brota a pesar de que el jefe de Gobierno diseñe estrategias anti corrupción. En esta administración van 878 servidores públicos sancionados. Lo que sorprende es que el Instituto y el Tribunal Electoral, supuestos garantes de la democracia, se pongan a disposición del GDF para que sea el Ejecutivo local el que realice los exámenes de control de confianza a los candidatos para la elección del próximo 7 de junio.
Y es que lo grave no es la sumisión de los «autónomos», que obviaron otras instituciones académicas para este proyecto, sino que si hay algo que el actual gobierno no ha podido garantizar, es ¡la probidad de miembros ni de su gabinete!
Quizá por eso, el IEDF y el TEDF sesionan en lo oscurito con el jefe de Gobierno para hacer estos protocolos que por fortuna o desfortuna suenan a vacilada, pues no son obligatorios. Claro, eso ya relajó a muchos candidatos de la izquierda que ni de broma dejarían sus datos personales con el secretario de Gobierno del DF, Héctor Serrano.
Uno de mil…
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