Ciudad de México.- Sí la 4T propagó la esperanza con la figura de Andrés Manuel López Obrador y la redención para llegar a la Presidencia de la República, la jerarquía católica, dígase Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), decidió no promover el “COVIDICIDIO’’ en que se iba a convertir la festividad decembrina Guadalupana.
Aunque había un entramado “monetario’’, porque no pueden negar los purpurados integrantes de la CEM que los 11 y 12 de diciembre, es cuando más colectan limosnas, muchas de ellas, enviadas incluso desde Estados Unidos de manos de mexicanos con familias en el vecino país o Canadá.
De no haber ocurrido el anunció de la jerarquía donde comunicó que “hemos decidido que la insigne y nacional Basílica de Guadalupe, permanezca cerrada del 10 al 13 de diciembre’’, se evitaron una masacre colectiva y tener que ser juzgados por la sociedad, como será contra los infames que niegan la letalidad del virus.
De no haberlo hecho, habría sido como si los diputados y senadores juntos en el Congreso de la Unión, que vieron bien el consumo de la marihuana, su siembra, recolecta y consumo, pusieran cinco “ladrillos’’ en un anafre y la prendieran en el recinto para terminar “bien pachecos’’.
O estaríamos retomando la frase celebre del gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, por cierto, quien ganó gracias a la coalición de “Juntos Haremos Historia’’ o sea Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), la que soltó haya por la mitad del mes de abril, cuando apenas empezaba la crisis sanitaria.
“Están cayendo como moscas’’, refirió el gobernador bajacaliforniano sobre los contagios de médicos, enfermeras y personal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), algunos de ellos, que perdieron la vida al estar frente a la primera fila para frenar el avance del peligroso virus.
Como ya sabemos ni a López Obrador y el enterrador e ínclito científico epidemiológico Hugo López-Gatell Ramírez a quienes les ha importado un comino los más de 100,000 mil muertos y rebasar más del millón de mexicanos en todos los estados contagiados, porque dicen “se están implementando las medidas correctas’’.
Bueno, la CEM emitió que “desde el siglo XVI, el Cerro del Tepeyac ha sido un punto de peregrinar para millones de hombres y mujeres que han encontrado en la Virgen María de Guadalupe una maternal protección frente a las adversidades y una fuente de inspiración en los procesos sociales’’.
Tienen toda la razón los cardenales, arzobispos y obispos del país, en el sentido que la “fe, esperanza y caridad’’ se pueden separar a favor del bien común, porque no creemos que la Virgen Morena vaya a agradecer el sacrificio de conjuntar a más de 10 millones de mexicanos.
La mayoría en pobreza extrema o camino a ella ante la crisis económica que se padece y hay que pedirle mucho a la Patrona de América, a quienes el COVID-19 los ha tratado como el líder de la 4T ha dicho siempre: “primero los pobres’’.
Ahí están los números de los estudios.
¡Ah, pero ellos tienen otros datos!
COMMODATO
Los vengativos, que no “vengadores’’ de la Cuarta Transformación, no “van a dejar limpia la imagen del general Salvador Cienfuegos Zepeda, ex titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), durante la administración del “fifi’’ Enrique Peña Nieto.
Así lo está haciendo con Rosario Robles Berlanga, antes su adherente y no ha podido con más, porque el “ventilador de estiércol’’ de Emilio Lozoya no ha dejado ninguna ganancia, aunque lo tengan “becado’’ o tal vez “pensionado’’ los morenistas.
Nos cuentan que se la van a hacer “cardiaca’’ de delitos al honor militar. Donde se busca ensuciarlo y, además, que el “Rayito de Esperanza’’ está solicitando a legisladores vía “minuta’’ aprueben que en los tribunales de Justicia Militar “sean compuestos por iguales’’, esto es, si se juzga un general serán generales quien se la apliquen y así hacia abajo.
Al tiempo.
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