Ciudad de México.-En el centro histórico de Xochimilco, ante miles de personas que llenaron esta plaza, Andrés Manuel López Obrador reconoció que en el 2012, después de perder la elección de ese año, estuvo a punto de claudicar y no volver a ser candidato presidencial.
Aceptó que hasta escribió un texto que leería ante sus simpatizantes anunciando ese retiro, "pero también pensé que todavía podíamos lograr la transformación del país y mírenme, aquí ando, con perseverancia, llegamos a este momento, a la víspera de la transformación de México", dijo. La respuesta fue un unánime "¡Sí se pudo!", de quienes acudieron a esta explanada.
Recordó que en el año 2012 sus adversarios decían que ya era el tiempo de que se retirara, que ya estaba grande, que ya chocheaba y que era mejor que se fuera.
"Eso me molestaba mucho. Ahora lo confieso, porque yo siempre he luchado por ideales, por principios, y me molestaba que se pensara que yo era un ambicioso vulgar, que estaba yo obcecado en ser presidente, y llegue en pensar después del 2012 de que en el Zócalo de la Ciudad iba a decir a la gente que hice todo para cambiar el país, que quise ser como Juárez, que quise ser como Madero, quise ser como Cárdenas y no se pudo, por eso ya me voy a retirar, no voy a dejar de luchar, pero ya no volveré a ser candidato", refirió el candidato de Morena a la Presidencia de la República.
Dijo que ahora, con un impulso que lo coloca arriba en las encuestas, tiene claro el objetivo de lograr un cambio radical en el país, para erradicar la corrupción y los privilegios que campean entre los que actualmente gobiernan la nación.
López Obrador encabezó una gira por las delegaciones de Milpa Alta y Xochimilco, donde insistió en eliminar las pensiones de los expresidentes, así como vender el avión presidencial y los helicópteros que usa la clase política para transportarse.
Entre las risas de sus simpatizantes, el político tabasqueño explicó que aunque Donald Trump es presumido y tira aceite, no tiene un avión presidencial como el que usa Enrique Peña Nieto y por eso se lo venderá.
Acusó que el Ejecutivo federal tienes 54 jets y recientemente se compraron otros seis, con un costo de mil millones de pesos cada uno, así como 118 helicópteros que también venderá, aunque dejará algunos para que funcionen como ambulancias aéreas.
Aclaró que no tiene nada en contra del Ejército y la Marina. "La única diferencia es que no coincidimos con el uso de la fuerza para tratar de resolver el problema de la inseguridad y la violencia, porque no se puede apagar el fuego con el fuego, no se puede enfrentar violencia con violencia, no es el diente por diente o el ojo por ojo, porque nos vamos a quedar chimuelos todos, tuertos", aclaró.
Expuso que cuando él sea presidente ya no va a dar la orden para que se reprima al pueblo de México, y en ello confió que contará con el apoyo del Ejército y la Marina. "Se van a disciplinar porque siempre han sido leales al poder civil", confió.
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