Ciudad de México.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, miente cuando dice que las organizaciones de la sociedad civil y defensores de derechos humanos callaban cuando había masacres. Falso, señalaban al gobierno, exigían justicia y un alto a la violencia.
Miente también cuando afirma que desde su llegada al poder ya no hay masacres. Solo basta regresar la memoria unos días, a la comunidad de Llano Grande, municipio de Coatepec Harinas, Estado de México, en donde la delincuencia asesinó a 13 policías.
En septiembre de 2020, el periódico Reforma documentó 45 masacres solo en nueve meses. Contabilizó 320 personas asesinadas en 20 estados.
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¿Qué hizo el Presidente? Soltar una carcajada.
Es la manera en la que evade su responsabilidad de enfrenar a los grupos criminales y proteger a las y a los mexicanos. Prefiere enfrentar a sus “adversarios”, es electoralmente más redituable.
Acusa a los gobiernos anteriores de haber declarado la guerra al narcotráfico y de no atacar las causas de la violencia: la pobreza, la cual, durante su gobierno, se ha incrementado, elevando en 10 millones el número de pobres.
Nadie recuerda que un Presidente haya ordenado liberar a un criminal como Ovidio Guzmán ni tampoco saludar a la madre del principal narcotraficante a nivel mundial. Solo López Obrador ha tenido esa diligencia.
Señalar a los gobiernos anteriores de la violencia es una narrativa desgastada. En su administración se han incrementado los homicidios dolosos. De eso no habla en sus conferencias y su vocero ordena a los youtuberos no preguntar. Si alguien más lo hace, tienen la encomienda de desviar el tema con sus conocidas zalamerías.
México es el país de las masacres. Pero nadie puede alzar la voz porque el Presidente se enoja y los descalifica.
Causa en Común contabilizó 21 masacres de enero amediados de marzo de este año con un saldo de 112 muertos. Pero el Presidente está ocupado en la campaña electoral y no en gobernar.
¿Hasta cuándo López Obrador soltará su papel de opositor y asumirá el cargo de presidente de la República y la responsabilidad de garantizar seguridad a todas y a todos los mexicanos?
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