Morena castigó a los caciques CDMX

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Luis Eduardo Velázquez Director del diario y semanario digital Capital CDMX

Morena castigó a los alcaldes de tres demarcaciones que querían ampliar sus cacicazgos.

En 2018, Andrés Manuel López Obrador uso a los caciques en GAM, Francisco Chiguil; Iztacalco, Armando Quintero; y Xochimilco, José Carlos Acosta, para derrotar al PRD.

Lo logró con creces pero le faltó decirles lo que a Juanito en 2009: “No te la vayas a creer”.

Porque ya instalados en el poder, los alcaldes tenían previsto imponer a sus allegados y familiares.

En 2021, Claudia les dio la reelección por no causar conflicto, pero estuvo a un tris de perder esos territorios por sus malas gestiones.

Para este 2024, Morena no se podía dar el lujo y tuvo que castigar a esos caciques que pese a que tienen olvidadas sus demarcaciones, se creían con el poder para seguir explotando la marca de la 4T.

Morena castigó a los caciques

Chiguil es el más lastimado porque le entregaron la plaza al joven ex perredista Jeancarlo Lozano.

Quintero cerró su carrera al dejar pasar a Lourdes Paz y Acosta tuvo que ceder ante la petista Circe Camacho.

Sin embargo, para no llevar el riesgo de la traición, la dirigencia de Morena optó por meter a los familiares de los caciques a reforzar en territorio.

Aunque la advertencia fue clara: se va a jugar con su apoyo o sin su apoyo. Ese cambio le puede jugar a favor a Morena.

En el resto de las alcaldías no hubo sorpresas y avanzó tal cual lo adelantamos desde el año pasado.

Se impusieron los puros y ahora traen la responsabilidad de recuperar el poder en la Ciudad de México. ¿Lo lograrán?

NOCAUT.

El jefe de Gobierno de la CDMX, Martí Batres, tomó la buena decisión de suspender el megaproyecto en Benito Juárez, que presume como su bastión.

Un gol que le había metido Carlos Ulloa, el consentido de Claudia, colocando a Morena en las filas del cartel inmobiliario.

¡Abrazos, no periodicazos!

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