La violencia en Haití, esta situación ha provocado la expulsión de miles de personas durante años, ha empeorado recientemente.
Las bandas criminales, que tienen el control de la mayor parte de la capital, Puerto Príncipe, y de las carreteras principales, han estado atacando comisarías, prisiones y tribunales en los últimos días.
La tensión en la ciudad es palpable, generando temor ante posibles acontecimientos durante la noche.
El gobierno informó que las dos prisiones fueron tomadas durante el fin de semana, liberando aproximadamente 4.700 reclusos, lo que llevó a las autoridades haitianas a imponer un toque de queda nocturno en un intento por recuperar el control de las calles.
La violencia en Haití, ¿Qué está pasando?
Tanto las pandillas como parte de la población están exigiendo la renuncia del primer ministro, Ariel Henry, quien se encuentra fuera del país.
El Consejo de Seguridad de la ONU ha invitado a los actores políticos de Haití a entablar negociaciones serias para restaurar las instituciones democráticas del país y ha pedido a las bandas armadas que detengan sus acciones desestabilizadoras.
Las declaraciones del líder de una de las principales pandillas, Jimmy «Barbecue» Cherizier, han suscitado preocupación internacional sobre la situación en Haití, ante el riesgo de una posible «guerra civil».
Presencia de las pandillas en Haití
La presencia de pandillas en Haití tiene raíces históricas que se remontan a los años 50, con la formación de grupos armados no estatales como los «tonton macoutes» durante el gobierno de François Duvalier.
En la actualidad, las pandillas han adquirido un poder y una sofisticación considerable, llevando a cabo actividades criminales como el tráfico de armas y drogas, extorsión, secuestro y asesinato.
Desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, el primer ministro Ariel Henry ha gobernado el país. Desde entonces el país ha estado sumido en una profunda crisis, con bandas armadas controlando vastas áreas y aumentando la violencia.
Cherizier, líder de la federación de pandillas G-9 y Familia y Aliados, se ha opuesto firmemente a Henry, exigiendo su renuncia y prometiendo continuar luchando «el tiempo que sea necesario».
El viaje de Henry a Kenia desencadenó disturbios, con pandillas armadas tomando el control de varios establecimientos en Puerto Príncipe.
La situación ha llevado a la evacuación de personal diplomático de varias embajadas, incluidas las de Estados Unidos y Alemania, debido al aumento de la violencia en las cercanías de las sedes diplomáticas y el aeropuerto.
La crisis en Haití sigue siendo un desafío significativo tanto para el país como para la comunidad internacional.
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