Morena ya encontró al culpable del previsible fracaso de la consulta para enjuiciar a los expresidentes: El Instituto Nacional Electoral (INE).
Como es costumbre, ese partido busca acusar y responsabilizar a otros de su pésima operación política-electoral.
A pesar de la movilización que harán el gobierno y Morena el domingo, difícilmente lograrán 37.5 millones de votos para que la consulta sea vinculatoria.
El presidente Andrés Manuel López Obrador tiene especial interés en este ejercicio, aunque públicamente lo niegue y no vaya a votar, es uno de los principales promoventes.
La venganza sí es lo suyo y quiere disfrutarla poniendo ante un juez a dos expresidentes: Carlos Salinas de Gortari y Felipe Calderón.
Ambos son vistos por López Obrador como sus acérrimos enemigos y por eso su obsesión contra ellos.
Desde Palacio Nacional se instruyó a los servidores de la Nación y a Morena a movilizar a los simpatizantes y beneficiarios de los programas sociales.
La grilla de Morena por el fracaso de la consulta
El objetivo es alcanzar el 40 por ciento de la lista nominal de electores para proceder legalmente; es decir, 37.5 millones de votos. Complicado.
Como observan la dificultad de lograrlo, Morena inició la grilla en contra del INE para justificar su fracaso.
Primero fue Mario Delgado, quien acusó que la plataforma para ubicar las mesas receptoras no servía. Falso, sí funciona.
Después, la secretaria general de Morena, Citlalli Hernández, declaró que el órgano electoral sabotea la consulta, y lo responsabilizó del fracaso.
Según la senadora con licencia, el INE no ha difundido la consulta en medios de comunicación. Otra falsedad.
La autoridad electoral hizo una campaña a través de más de 300 mil spots y casi 188 mil minutos en anuncios.
Difícil lograr 37.5 millones de votos
Previo al 6 de junio, Delgado acusaba al INE de estar preparando un fraude electoral. Morena ganó 11 de 15 gubernaturas y mejor se quedó callado.
El dirigente morenista prepara los argumentos para justificar el fracaso, porque sabe que se llevará una nueva reprimenda de López Obrador.
Ni en Palacio Nacional ni en Morena entienden que a la mayoría de los ciudadanos no les interesa ese ejercicio y no irán a votar.
Está claro que tiene un trasfondo político y sólo alimenta el apetito de las venganzas presidenciales.
La consulta costará más de 500 millones de pesos, dinero que podría haberse destinado a comprar medicamentos oncológicos para niñas y niños con cáncer.
Es la grilla de Morena por el fracaso de la consulta, pero ya tienen a su nuevo villano favorito para justificar sus fracasos: el INE.
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