El presidente calienta a aliados y opositores

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En la sucesión presidencial adelantada todos se calientan, aliados y opositores de López Obrador. El presidente calienta a aliados y opositores.

En Morena las “corcholatas” ya piensan en 2024.

El dirigente formal de Morena, Mario Delgado, informó que la elección de candidato presidencial será a través de una encuesta.

La beneficiaria sería Claudia Sheinbaum. Cargarían los dados, por instrucción presidencial, a favor de la jefa de Gobierno de la CDMX.

Ricardo Monreal sostuvo que ese método es anacrónico. En 2017 vio esfumarse su aspiración de ser candidato de Morena al gobierno capitalino al perder la encuesta.

El presidente juega con todos –aliados, opositores y medios de comunicación–. Los distrae de los verdaderos problemas del país: seguridad, economía y salud.

Los corcholatazos presidenciales tienen a todos entretenidos. Tiene más de dos años y medio imponiendo agenda y los opositores siguen aferrados a seguirle el juego.

AMLO alienta a aliados y opositores

El PAN y el PRI son contestatarios, por eso perdieron el 6 de junio. No le hablan a los ciudadanos, sólo reaccionan a las ocurrencias presidenciales.

No saben comunicar. Se extravían en las palabras que se dicen en Palacio Nacional. Seguir por esa ruta les costará perder las elecciones de 2022 y 2023.

Tienen la mirada puesta en 2024. Quieren derrotar a López Obrador cuando este no estará más en una boleta electoral.

Eso es precisamente lo que quiere el Presidente, distraerlos para que no hablen de masacres, inflación y escasez de medicamentos oncológicos.

El Presidente, hábil en la comunicación política se burla de sus opositores. Los provoca hablando de los posibles candidatos de Morena, y le siguen la conversación.

El presidente prefiere a Sheinbaum 

López Obrador también engaña a los de su partido. Nombra a todos: gabinete, gobernadores, líderes parlamentarios. Los engaña. Su favorita es Sheinbaum.

El mandatario ya se decantó por la Jefa de Gobierno. Lo único que podría sacarla del juego es otra tragedia como la de la Línea 12.

En ese caso, tiene una segunda corcholata: Marcelo Ebrard. Pero el Presidente cuidará y protegerá a Sheinbaum. Es la única que garantiza continuidad a su proyecto.

El tabasqueño apuesta a distraer con la sucesión. Lo logra. Es el terreno donde está a gusto. Gobernar no es lo suyo, las campañas políticas, sí.

Los tiene a todos hablando del 2024. Caen en la trampa de Palacio Nacional. Ahora al PAN y al PRI les urge tener una corcholata competitiva.

En el blanquiazul tiene varios prospectos, pero en el PRI, partido en extinción, no hay un aspirante fuerte. Los tienen amarrados con expedientes.

El mandatario adelantó la sucesión y nadie quiere quedar excluido de esa conversación que se impone desde Palacio Nacional. El presidente calienta a aliados y opositores.


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