El lío de Álvaro Obregón

La batiseñal
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Luis Eduardo Velázquez Director del diario y semanario digital Capital CDMX

En la alcaldía Álvaro Obregón existe un lío grande al interior del gabinete de Lía Limón.

Limón se ha caracterizado por ser una alcaldesa trabajadora, que ha tenido el mérito de gobernar a las huestes del finado Leonel Luna.

Ha invertido en infraestructura y rescatado un territorio que Layda Sansores dejó en las ruinas.

Pero parece que ese encanto ha terminado porque más de siete de sus directores territoriales han renunciado.

A Capital CDMX llegaron denuncias de trabajadores que aseguran que la alcaldesa tiene un trato déspota.

Uno de los que salió huyendo, paradójicamente, es Juan Carlos Rocha, ex director de Participación Ciudadana, hijo de una líder territorial de la demarcación.

Y es paradójico porque Rocha en 2022 fue denunciado por tratar de forma grosera a ciudadanos que requerían servicios.

Los denunciantes aseguran que Limón les grita y los sobaja advirtiéndoles que “se pueden largar” porque ya cumplió su acuerdo o que estaban en una cartera no por sus méritos sino por favores de Luna.

Lía Limón tiene un largo antecedente de despachar con soberbia desde diputada local en la quinta legislatura, donde se mofaba de Alejandra Barrales por haber sido azafata o en el gobierno federal donde mostraba indiferencia ante periodistas desplazados que buscaban medidas de protección.

Por eso no extraña que haya una desbandada de funcionarios que añoran  el trato amable de Luna.

Sólo que ahora es un lío complicado porque Limón aspira a ser candidata a Jefa de Gobierno en caso de que Santiago Taboada sea capturado por la 4T.

Lía Limón tiene detrás a la panista Mariana Gómez del Campo y como referente a Andrés Atayde.

Con ellos debe trazar una estrategia para que este descalabro no sea la puerta de Morena para regresar al territorio que recuperó Luna.

NOCAUT. 

Mauricio Tabe, alcalde del PAN en Miguel Hidalgo, debe activarse para hacer frente a la revocación del mandato que le impulsó Víctor Hugo Romo.

Si se confía puede salir derrotado, pero sí va a las urnas y gana con legitimidad llegará fortalecido al 2024.

¡Abrazos, no periodicazos!

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