El Fin del Boleto del Metro se acerca

Aún hay 6 millones de boletos en venta, pero deben romperse para poder ingresar

Emiliano Molina / Obturador MX

El boleto del Metro está en sus últimas semanas antes de ser retirado definitivamente, marcando el fin de una era en la historia del transporte público de la ciudad.

 

Aunque se había programado su eliminación para principios de marzo, el Sistema de Transporte Colectivo (STC) anunció que aún quedan en circulación alrededor de seis millones de boletos de la última edición, lo que permite a los usuarios seguir utilizándolos temporalmente para acceder al sistema.

 

Sin embargo, para facilitar su retirada gradual, se ha implementado un proceso que requiere que los usuarios rompan los boletos y los depositen en bolsas especiales que se han colocado en los torniquetes de acceso.

 

Este boleto de cartón, que ha sido una parte integral del sistema de transporte durante más de cinco décadas, representa un legado histórico que ha resistido el paso del tiempo. Desde su introducción, ha sido el medio de pago preferido por millones de usuarios que han confiado en él para realizar sus desplazamientos diarios por la ciudad.

 

Según Jorge Gaviño, exdirector del STC, retirar el boleto implica un ahorro significativo para el sistema, ya que gestionar, imprimir, distribuir y destruir estos boletos representaba un gasto anual considerable, estimado en alrededor de 50 millones de pesos. «Al eliminarlos, te ahorras el costoso proceso de impresión y gestión de los boletos», explicó Gaviño.

 

Sin embargo, la transición hacia la eliminación del boleto no ha estado exenta de desafíos. Durante 17 años, el STC ha realizado varios intentos para jubilarlo, pero uno de los principales obstáculos ha sido cambiar la preferencia arraigada de los usuarios hacia la nueva tecnología.

 

En 2007, se instaló la primera generación de lectores de tarjetas en la estación Salto del Agua, marcando el inicio de un proceso gradual de transición hacia la tarjeta de pago electrónica. A pesar de estos esfuerzos, la implementación completa se vio obstaculizada por problemas técnicos y casos de fraude relacionados con las recargas de las tarjetas.

 

La inauguración de la Línea 12 en 2012 marcó un hito importante en este proceso de transición, al convertirse en la primera línea en dejar de aceptar boletos de cartón. Sin embargo, aún quedaba un largo camino por recorrer para completar la transición hacia la tarjeta electrónica.

 

En noviembre de 2017, se lanzó la tarjeta del Metro-Broxel, que inicialmente parecía ser una solución viable, pero que luego fue descontinuada debido a diversas razones.

 

Finalmente, en 2020, el gobierno de la ciudad inició la campaña definitiva para la transferencia del uso del boleto a la tarjeta MI, un sistema de pago electrónico que ha demostrado ser más eficiente y seguro.

 

La Tarjeta de Movilidad Integrada (MI) ahora es ampliamente aceptada en la mayoría de los sistemas de transporte de la ciudad, incluyendo el Metro, el Metrobús, el Tren Ligero, el Trolebús y la Ecobici. Además, se está trabajando para expandir su uso a otros sistemas de transporte concesionados y rutas de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP).

 

Incluso con la disponibilidad de recarga mediante la aplicación Mercado Pago y una amplia red de 4 mil comercios, como tiendas y farmacias, recientemente, el gobierno central ha comunicado la opción adicional de cargar saldo directamente a través de la APP CDMX.

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