El cuarteto de Morena para la CDMX

La batiseñal
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Luis Eduardo Velázquez Director del diario y semanario digital Capital CDMX

Si hoy fuera la elección interna de Morena para definir al candidato a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX), habría cuatro aspirantes serios.

Se trata de tres hombres y una mujer, pero al momento ninguno llena el ojo del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Y menos aún, alguno de ellos cuenta con un proyecto de gobierno de la CDMX ni las capacidades plenas para gobernar la capital del país ante el desastre que dejó Claudia Sheinbaum.

Por supuesto que este cuarteto puede cambiar porque apenas se realizarán análisis serios sobre la elección de 2024.

Además de que primero se debe definir la candidatura presidencial para aterrizar los acuerdos y mantener la unidad del movimiento de la 4T.

Ahora veamos los nombres y algunas características de los personajes y ciertos factores que pueden incidir en el resultado final.

Antes de ello, hay que dejar claro que si fuera cualquiera de ellos no gobernará sólo, tendrá que cogobernar con el movimiento de López Obrador.

El cuarteto de Morena

En primer lugar la mujer, porque el acomodo electoral y legal indica que debe ser mujer. Es Clara Brugada, quien tiene popularidad en la base de la 4T, pero ya no crece en las encuestas y en todo el poniente no es bien recibida.

Es la más orgánica de Morena, por lo tanto también la más sectaria y no cuenta por ahora ni con el apoyo de los alcaldes de la CDMX. Sólo tiene el control de su bastión: Iztapalapa.

En la triada de hombres está un viejo aspirante a la CDMX, ligado a Marcelo Ebrard, aunque ahora se dice leal a Claudia Sheinbaum.

Mario Delgado, el dirigente nacional de Morena, ya opera políticamente en la Ciudad para sumar voluntades, sólo que no tiene fuerza en las encuestas y ese ha sido siempre su debilidad.

Su salida implicaría también un desastre en el partido, sobre todo después de todo lo que les costó ponerlo y hacerlo funcional.

Si va por la ciudad tiene que empezar por construir un equipo. Ahora es él y si acaso su cuñado de Iztacalco, Óscar Estrada.

Esos son los dos perfiles más orgánicos y con fuerza relativa al interior de Morena.

Los externos

Los otros dos personajes son externos o casi externos porque uno de ellos presume su origen en Morena, pero los morenistas lo consideran un caballo de Troya y gerente de la oposición.

Ricardo Monreal está en la contienda nacional, sin embargo, confía en que al legitimar a Claudia Sheinbaum le entregaran la CDMX.

Por eso su trabajo está asentado en la capital del país y a través de Néstor Núñez ya teje alianzas con dirigentes de Morena.

Monreal cometió el error de ponerse al tú por tú con López Obrador y su base territorial es mínima, además Sheinbaum no lo quisiera de contrapeso en la CDMX. Si así trató a López Obrador a ella le haría la vida de cuadritos.

El zacatecano también quedó muy mal parado en la ciudad por sus bandazos y su sumisión de última hora a López Obrador. Y por si fuera poco carga lastres como Sandra Cuevas.

La última carta y esperanza es el jefe de la Policía capitalina, Omar García Harfuch, quien está detrás de un cristal que porta la leyenda: “rómpase en caso de emergencia”.

El policía tiene la virtud de ser atractivo y tener un origen en la élite del poder. Por eso sedujo a Sheinbaum, quien desearía ir en mancuerna con él al 2024.

Sólo que Garcia Harfuch tiene varias limitantes, la principal es que López Obrador no le tiene confianza y menos el movimiento.

Por dos razones, una es su antecedente en el caso Ayotzinapa y la otra que el movimiento ya no confía en que los policías se dediquen a la tarea política.

Empero, García Harfuch es el más popular y pondría en jaque a la alianza opositora además de que por su seguridad le sería muy complejo andar abrazando al pueblo.

Ese es el panorama a un mes de que se lea la suerte nacional. Todo puede cambiar en un día y este cuarteto puede venirse abajo y entonces darse el resurgimiento de otros actores que cuentan con la confianza de López Obrador, quien tendrá la última palabra y será inapelable.

NOCAUT. 

En Álvaro Obregón, la alcaldesa Lía Limón, quien goza de altivez, ya perdió una base sólida de los operadores territoriales del fiando Leonel Luna.

Es un grupo político que sigue llevando como estandarte a Leonel y ya está en Morena como el principal grupo, por encima de los supuestos líderes de esa zona, una diputada y el otro aspirante a magistrado.

Como reza el refrán popular: Nadie sabe para quien trabaja.

¡Abrazos, no periodicazos!

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