El incidente, que tuvo lugar en la víspera del inicio de las campañas electorales, se prolongó por más de una hora y dejó a Carrillo retenida y violentada sin razón aparente.
Según fuentes cercanas a la candidata, este acto de intimidación parece estar relacionado con la desesperación del actual alcalde, quien busca la reelección pero se ve superado en las encuestas.
Según datos recientes, Carrillo aventaja a Ledezma por catorce puntos.
Este episodio de violencia no es un hecho aislado en Cuautitlán.
Durante años, la administración panista ha sido señalada por patrones de agresión contra sus opositores políticos, tanto en elecciones federales como estatales.
Carrillo, por su parte, ha llamado a sus simpatizantes y a la ciudadanía en general a no dejarse intimidar.
La situación electoral en Cuautitlán se calienta cada vez más, no por una competencia reñida, sino por la aparente pérdida de terreno del presidente municipal en funciones.
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