Tras sismo de 2017, empresa lucha por recuperar su patrimonio

A medida que se conmemora el sexto aniversario del devastador sismo de 2017, que dejó cicatrices en la Ciudad de México.

Algunas personas y empresas aún lidian con las secuelas económicas que dejó a su paso. 

Uno de esos casos es el de Grupo Difusión Científica, una empresa dedicada a la creación de libros y materiales educativos.

Durante una entrevista realizada al medio MexiNius, la directora general Norma Montesdeoca, detalló los sucesos.

Aquel fatídico día, el sismo dejó a Grupo Difusión Científica sin edificio.

Enfrentando pérdidas materiales masivas, deudas aplastantes y nóminas pendientes por pagar. 

Más de 200 empleados se encontraron sin lugar de trabajo, y lo que es peor, sin la posibilidad de recuperar gran parte de sus inversiones.

El edificio que albergaba el centro de trabajo colapsó con el tiempo, y Montesdeoca, recuerda con tristeza el momento en que las escaleras se partieron en dos.

Dejando su empresa en condiciones irreversibles. 

«Haber visto cómo colapsaba nuestro edificio que no cayó de inmediato, pero ver las escaleras que se iban abriendo», afirmó Montesdeoca. 

La impresión de estar atrapada en el quinto piso sigue siendo inolvidable.

El drama de Grupo Difusión Científica se agravó cuando, a pesar de tener el edificio asegurado con pólizas de seguro de las compañías GNP y Zurich.

Los abogados de las aseguradoras emplearon argucias legales para evitar cumplir con sus compromisos. 

La pérdida total del edificio y las inversiones en equipo, contenido, inmobiliario, tecnología y material educativo, valoradas en aproximadamente 20 millones de pesos, no fueron cubiertas como se esperaba.

Montesdeoca buscó ayuda en la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), pero lamentablemente no obtuvo una solución favorable. 

La vía judicial se convirtió en su última esperanza.

«A lo largo de seis años hemos tenido que luchar con ofertas inaceptables, ya que nos ofrecieron 300 mil, 500 mil, y hasta 2 millones de pesos, montos que no cubrían el monto de la pérdida», explicó Montesdeoca. 

A pesar de que un juez de lo civil determinó que las aseguradoras debían pagar los montos asegurados, la situación se ha vuelto aún más complicada con la aceptación de amparos por parte de las empresas de seguros, evitando así el pago justo por la pérdida total del edificio, que finalmente tuvo que ser demolido por daños irreparables.

Norma Montesdeoca, a sus 70 años, no pierde la esperanza de que se haga justicia y se resuelva a su favor. 

Además, espera que las autoridades del gobierno de la Ciudad de México consideren brindar apoyo a empresarios que, como ella, han enfrentado una carga financiera abrumadora durante estos seis años, a pesar de ser víctimas del sismo que sacudió a la ciudad. 

 

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