Sheinbaum quiere descarrilar a Ebrard en el 2024

El acuerdo de Miguel Ángel con Sheinbaum.
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Luis Eduardo Velázquez Director del diario y semanario digital Capital CDMX

Sheinbaum quiere descarrilar a Ebrard en el 2024 porque es su único adversario real en la contienda presidencial de Morena.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, en su ánimo controlador, quiere tener listo a su sucesor/a.

Por ello, desde 2021 adelantó el proceso de sucesión sobretodo viendo la estrepitosa caída electoral de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX), Claudia Sheinbaum.

Sheinbaum perdió la CDMX en la elección intermedia de 2021 como ninguno de los Jefes de Gobierno de la izquierda en la Capital CDMX.

Eso fue la principal alarma de López Obrador y el asunto se enredó con el colapso de la Línea 12 del Metro.

Por ello, en ese caso no habrá justicia sino revanchismo político.

Lo ideal en un país con Estado de Derecho sería que se atendiera a las víctimas, se reparará el daño y se garantizará la no repetición de los hechos.

Sin embargo, como es clásico en la cuarta transformación no habrá justicia y por el contrario mucha venganza.

Así quedó explicito con el peritaje “carnal” de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX, que dirige la amiga de Sheinbaum, Ernestina Godoy.

Godoy exoneró a Sheinbaum y dejó el tema abierto con el objetivo de descarrilar a Marcelo Ebrard.

Sheinbaum quiere descarrilar a Ebrard en el 2024

Ella sabe que al ser el creador de la Línea 12, es el único negativo que le puede hallar.

Por eso dejó el tema abierto y ella rehuye a la resolución final.

Sabe que como dice su mentor, López Obrador, “lo que no mancha tizna” y ella aplica la estrategia del colegio Rebsamen.

Lavarse las manos, no hacer justicia e involucrar a otros para que sean los que paguen.

Pero ese modus operandi de Sheinbaum ya lo conocen bien los electores.

Por esa razón, Sheinbaum se dio un balazo en el pie al no hacer una investigación limpia en la que se deslindaran responsabilidades.

Vale la pena hacer un ejercicio de memoria para ver las dos personalidades y estilos de Gobierno de Sheinbaum y Ebrard.

Ebrard vivió en su sexenio la tragedia del News Divine y lejos de simular justicia dejó que la Comisión de Derechos Humanos del entonces Distrito Federal, en manos del reputado Emilio Álvarez Icaza, hiciera una investigación imparcial.

El Jefe de Gobierno asumió el costo político y quitó de su gabinete a sus titulares de seguridad y justicia.

Ese actuar al paso de los años demostró su altura de miras.

Sheinbaum por el contrario evade y trata de utilizar la tragedia en su beneficio.

¿Podrá descarrilar a Ebrard? La historia juzga.

NOCAUT. 

El reparto de Comisiones en el Congreso de la CDMX fue ambicioso y vulgar.

Morena dio un trato majadero a la oposición con el agandalle de la mayoría.

En las Comisiones quedaron diputados que no conocen los temas, pero persiguen las prerrogativas.

La principal muestra está en la de Bienestar Animal donde se dejó a Jesús Sesma, quien tiene en la mente sólo el afán de lucrar.

¡Abrazos, no periodicazos!

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