Las Morenas

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Luis Eduardo Velázquez Director del diario y semanario digital Capital CDMX

Ciudad de México.- Ricardo Monreal ha mostrado ser un político serio y va firme su proyecto rumbo a 2018, más ahora que la encuesta de Reforma lo colocó en el primer lugar de las preferencias.

Por ello, hace unas semanas, en un restaurante del sur de la ciudad, Monreal, delegado electo de Morena en Cuauhtémoc, se reunió con Héctor Serrano, principal líder del PRD en el DF y hace poco tomaron un café en la Condesa.

De estos encuentros no ha estado enterado el dirigente nacional de Morena, Martí Batres. El diálogo ha sido cordial y para poner fin a los golpes que se lanzaron en campaña. Como buenos peleadores se estrecharon la mano y cada uno desde su equina seguirá su estrategia, pero ya con la posibilidad de construir acuerdos que beneficien a la izquierda en la Ciudad de México.

Monreal sabe que Serrano es un político que puede ser un factor determinante para sus aspiraciones a la Jefatura de Gobierno en los próximos tres años.

El lunes de la semana pasada, Jesús González Schmal ex candidato de Morena a la delegación Benito Juárez salió del Antiguo Palacio de Ayuntamiento con la encomienda de erigirse como Autoridad del Centro Histórico, una zona que siempre le ha interesado al líder moral de Morena, Andrés Manuel López Obrador.

A Batres tampoco le aviso nadie y González Schmal sólo le notificó su decisión. «Es una actitud deshonesta», reprochó el líder nacional de Morena en su cuenta de Twitter. Con ello, Batres se sigue despegando del ala intelectual de Morena, la cual lo ve como el mismo líder estudiantil que tiende a radicalizarse y no a hacer política.

López Obrador, desde el 7 de junio pasado ha guardado silencio sobre la política en la ciudad, como si quisiera legitimar el nuevo rumbo que toma la capital del país y las acciones tomadas por Mancera.

Morena, que logró colocarse como una de las primeras fuerzas políticas en la capital de México, aún es visto como la esperanza ante un gobierno que se cree alineado al gobierno de Enrique Peña Nieto.

Sin embargo, en menos de dos meses queda claro que el partido del tabasqueño es un mounstro de por lo menos tres cabezas. ¿Qué grupo cumplirá los principios de Morena (honestidad, igualdad, etc.)? ¿La Morena de Andrés; la de Batres; o la de Monreal?

En López Obrador está enquistado el grupo «universidad», donde la figura más destacada es Claudia Sheinbaum, delegada electa en Tlalpan. A Batres lo sigue el líder de Morena en la Asamblea Legislativa del DF, César Cravioto, y un puñado de asambleístas. Monreal avanza con su pupilo Néstor Núñez, hijo del gobernador de Tabasco, Arturo Núñez.

Hasta ahora Las Morenas han dejado claro que el proyecto personal está por encima del colectivo. Aún hay tiempo para la unidad, por el bien de todos.

Nocaut. En el PRD sigue la miopía y dejarán ir a uno de los mayores activos que les queda y Morena crecerá su bancada en la próxima legislatura de la Cámara de Diputados. El que entendió, entendió.

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