La simulación de Morena

Ciudad de México.- El presidente de México,,Andrés Manuel López Obrador, recomendó hace unos días a los partidos políticos elegir candidatos por tómbola para evitar “amiguismos” y “compadrazgos”. 

Los primeros en evadir las palabras presidenciales fueron, precisamente, los de Morena, partido que el tabasqueño creó para llegar al poder.

La dirigencia nacional, encabezada (es un decir) por Mario Delgado, decidió reservar los primeros 10 lugares de las cinco circunscripciones plurinominales y los demás –que no llegarán a la Cámara de Diputados—sí serán sorteados.

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Es decir, amarraron para sus cercanos, amigos y compadres; cómplices y leales, todas las candidaturas que con seguridad llegarán al Palacio Legislativo de San Lázaro y que serán servidumbre del Poder Ejecutivo.

Desde que el Presidente soltó las riendas, Morena se ha convertido en la calca del PRD. Enfrentamientos entre tribus y desorden institucional. Pero destaca, sobre todo, la pelea entre puros y e impuros.

Ambos bandos tratan de hacerse del control del partido para buscar influir en el relevo presidencial de 2024.

López Obrador está en la plenitud del poder, pero en su partido ya pelean por ver quien será su sucesor o sucesora.

La simulación en la decisión de los candidatos plurinominales es una muestra clara de cómo Morena hace exactamente lo que critica de los otros partidos políticos. La falta de democracia interna llevará a ese instituto político al mismo destino del PRI y PRD.

Cuando López Obrador desaparezca de la escena política, Morena será un hervidero de grillos, donde se disputará el poder sin entender que las y los mexicanos anhelan gobiernos sin facciones.

Mario Delgado preside Morena desde las redes sociales. No tiene control del partido y obedece “a ciegas” las instrucciones que le envían –el presidente López Obrador ni siquiera le toma las llamadas– desde Palacio Nacional.

La simulación es una característica de los partidos políticos en México. Dejan fuera de las candidaturas a cuadros respetables por atender intereses de grupo.

Ese fue el motivo de la escisión del PRD que dio paso al nacimiento de Morena, aunque este vuela a convertirse en algo tan o más ruin que el sol azteca.

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