La militarización y acuerdo nacional

Ciudad de México.- Lo hemos dicho hasta el cansancio, no es tanto el hecho sino la forma; y es que cuando alguien basa su gobernabilidad en diferenciarse constante y tajantemente, lo tiene que hacer, está obligado a ser congruente con sus palabras y sus acciones deben ir en función de su planteamiento ideológico. Aunque justamente sea eso lo que no se entiende, ¿o es que acaso no sólo estamos dando continuidad a las grandes transformaciones en México y por eso vamos en la cuarta, sino que además estamos reorientando la ideología política, sobrescribiéndola e inventando el agua tibia?

México había sido un ejemplo por sus grandes avances constitucionales, por lo menos en letra; y hace poco menos de 2 años o poco más de 1 año como lo quieran ver, frenéticamente le dieron una revolcada a la Constitución en beneficio de las instituciones militares de este país, sentando las bases para lo que tantas veces se combatió desde la izquierda y hoy es un hecho: la militarización del país, con amplio poder y capacidad legal. Tal vez esta sea la respuesta al nulo avance en materia de seguridad.

Claro que no era fácil, ni lo es, y la situación de emergencia económica y sanitaria que estamos atravesando agudiza las necesidades y junto con ello la violencia y el empoderamiento de los grupos criminales, que están al acecho de los errores del gobierno para convertirse en la salida a los problemas o desgracias de la sociedad. No en vano se muestran como los grandes benefactores de las necesidades de la gente más pobre y le llevan alimento, que en términos humanitarios tampoco está nada mal. 

Creo que militarizar el país no es más que una justificación, y se detona por la falta de credibilidad ante la sociedad y/o por la falta de oportunidades para desarrollarse; de cualquier forma es un mal presagio, que prende de manera automática la alerta nacional e histórica. La izquierda y la democracia mexicana no tienen buenos antecedentes con la participación militar en los procesos ciudadanos. No se pretenda confundir el combate a la alerta sanitaria con la militarización del país, que no se quiera mal aprovechar la situación de encierro y poca participación ciudadana para asestar un golpe interno que siga fortaleciendo la centralización de las decisiones de interés público, afectando la vida y desarrollo de los mexicanos y mexicanas. La historia sirve para no tropezar con la misma piedra, y nosotros lo decimos clara y conscientemente como siempre lo hemos hecho: ¡NO a la militarización! Y menos de esta forma y en estas circunstancias.

Este país hoy tiene la gran oportunidad de salir con banderas desplegadas en términos sociales, con una gran fortaleza organizativa e ideológica, si y sólo si se apuesta por nosotros mismos; es decir sólo si enfrentamos todos juntos no la crisis sanitaria, si no la reincorporación al nuevo modelo económico mundial. Para eso se necesita crear y apostar a un Gran Acuerdo Nacional donde en primer lugar se reconozca la realidad de este país, así como a la sociedad en su conjunto, organizaciones sociales, pymes, economía informal, etc.… y no sólo la que pretendan presentar unos y otros.

No podemos enfrentar desarticulados, inmersos en el terror y sin estrategias integrales nuestra reinserción a la vida económica; ni enfrentar este retorno sin haber superado la crisis sanitaria. No podemos enfrentar nada sin sabernos un único país, con herramientas y armas necesarias para ello; y en ese sentido, es importante reconocer que lo hecho hasta hoy simplemente no ha funcionado o no alcanza (programas o ayudas emergentes). No es posible seguir haciendo políticas segmentadas, y continuar en la lógica de la administración de la necesidad de la gente. No basta reconocer en el discurso que tenemos 60% de pobres o muy pobres porque de entrada esa cifra ya quedó rebasada.  

Se ha enfatizado, haciendo uso de los medios de comunicación masiva, que la “fase 3” de esta pandemia es la más peligrosa; y sin embargo es el tiempo en el que prácticamente ya se le puso fecha de culminación a la cuarentena y el regreso a la vida económica. ¿Acaso es que lo que se está priorizando es el regreso a la vida económica y no el combate a la crisis sanitaria? ¿Acaso es porque Estados Unidos ya dijo que sin importar la vida de las personas es necesario regresar a trabajar? ¡No por favor! Una cosa es que económicamente el país vecino sea muy importante para nosotros y otra es la pérdida de dignidad y decisión propia, es decir la pérdida de la Soberanía Nacional. Y lo decimos porque parece que lamentablemente a alguien ya no le salieron los números, y obviando la experiencia internacional, así como nuestra precaria infraestructura sanitaria, se ha decidido que nuestro pueblo sabio salga a caminar por el valle de la muerte -walk through the valley of death-. Sólo un par de datos: hoy ya tenemos más muertos que China, país origen de la pandemia, y se ha tenido que reconocer el mal uso de la información en cuanto al número de muertos.

¡Acuerdo Nacional Ya! ¡Militarización Jamás! 

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