El reto de ser mujer y madre migrante en la Caravana

Ciudad de México.-Con la mirada cansada y cargando una pañalera desgastada, Aleyda Milla, originaria de Honduras, es una de las mil mujeres que arribó con la “Caravana Migrante” al albergue de la Ciudad Deportiva el pasado lunes 5 de noviembre.

Su situación no es distinta a la de sus compatriotas y hermanos centroamericanos que huyen de la violencia y la pobreza, pero sí es más difícil por el hecho de ser mujer y madre soltera, asegura.

“Vengo con mi niña, mi hermana y mi sobrinitos bebés.Para nosotras madres solteras, sí es difícil venir en la Caravana, más con bebés porque es un trayecto muy largo, pero vamos con un propósito a Estados Unidos, un futuro mejor para ellos”, dice con los labios resecos.

Aleyda, de 25 años, tiene una pequeña de casi seis, “Alison”, quien asegura es la persona que la impulsó para continuar la caminata de cientos de kilómetros, pasar horas asoleándose en la carretera hasta que alguien les diera ray o , continuar a rajatabla el camino.

“No se cuantos días llevamos ya, porque en esta Caravana uno no sabe cuánto lleva ni en qué día estamos ni nada. Los días y las noches solamente pasan, solo sé que hemos caminado mucho”, explica la joven hondureña.

Aleyda y su hermana, dejaron todo atrás en su natal Yoro, uno de los departamentos de Honduras más poblados, para unirse a la Caravana el 12 de octubre y sacar adelante a sus hijos.

“Mucha maldad, policía vendida y falta de trabajo”, justifica la joven madre que son los factores principales por los que su familia huye de Honduras.

Sin oportunidades, sin trabajo y con la canasta básica por los cielos, son elementos que otras mujeres hondureñas repiten al esperar en la fila de uno de los baños ubicados a la entrada de la puerta seis del estadio “Jesús Martínez Palillo”; lugar habilitado como mega albergue en la alcaldía de Iztacalco.

Como ama de casa y trabajadora de una tienda, Aleyda lamentó no poder progresar en su tierra natal y tener que recurrir a la migración, ya que el suceso que la animó a realizar el “viacrucis” fue el último robo que sufrió a mano de tres mujeres.

Allyson con cinco años de edad, apenas comprende que sin papeles, en menos de 30 días pudo recorrer ya tres países: solo está segura que acompañará a su madre a donde ésta vaya. Y el sentimiento es mutuo, pues la joven madre está aferrada a no separarse, y una vez llegando a EEUU, si las intentan alejar, dice que se regresará a México.

¿Cuánto más durará tu viaje? ¿cuánto tiempo se quedarán en México? Aleyda no sabe, esperará las órdenes de los dirigentes de la Caravana, luego de la reunión nocturna que tienen cada noche.

La joven tiene la esperanza de que el presidente estadounidense Donald Trump, no les ponga demasiados obstáculos para llegar, y que les dé una oportunidad de empleo; de no ser así, su plan B será buscar un trabajo en la capital mexicana.

“Nosotros no venimos a incomodar a los mexicanos, sólo queremos pasar hacia frontera, pero si aquí me dieran la oportunidad de trabajo, yo la aceptaría con mucho gusto”, asegura.

Ante diversas críticas y el estigma tras el arribo de los grupos migrantes a México, con la cabeza baja, lo único que dice Aleyda es un “gracias” dirigido a la solidaridad de mujeres que desde Oaxaca y Puebla apoyaron con comida, no sin pedir una solicitud:

“Por favor, no nos bajen los ánimos, nosotros los necesitamos para llegar".

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