Necesario blindar a organismos autónomos contra el autoritarismo de la 4T.
Ante la embestida que han recibido distintos organismos constitucionales autónomos desde el Poder Ejecutivo, el PAN en la Cámara de Diputados presentó una iniciativa de reforma que garantice dicha autonomía, sobre todo en materia presupuestal.
El objetivo es garantizar que el presupuesto anual de los organismos constitucionales autónomos sea igual o mayor a los del ejercicio fiscal anterior.
Esto para que puedan cumplir con sus obligaciones y atribuciones legales.
La reforma al Art. 74 Constitucional y el Art. 30 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, propone que los recursos referidos podrán ser iguales, pero no menores a los aprobados en el ejercicio fiscal inmediato anterior.
Una de las principales razones que explican la importancia de contar con órganos especializados autónomos de los poderes tradicionales es mejorar los controles ciudadanos sobre la actividad del Estado y garantizar un desempeño profesional, objetivo y eficiente del sector público.
Ello, en la medida que no hay dependencia jerárquica formal alguna y se asegure que en los procesos de nombramiento de sus titulares participen distintas instancias con representación democrática, de solvencia moral y técnica.
Los recortes presupuestales a los órganos constitucionales autónomos han sido la constante durante los últimos años por parte del actual gobierno y de su partido en la Cámara de Diputados.
Esta medida asumida bajo el falso discurso de la “austeridad republicana”, viola la autonomía financiera.
Además de su independencia económica, y ha obligado a algunos de estos órganos autónomos a cancelar o postergar diversos proyectos en beneficio a la ciudadanía.
Necesario blindar a organismos autónomos
En general, el presupuesto aprobado que se le ha asignado a los órganos autónomos en la gestión del actual gobierno es negativo.
Así se observa en el Anexo A de Ramos Autónomos del PEF.
Organismos como la Comisión Nacional de Derechos Humanos o la Comisión Federal de Competencia Económica han mostrado evolución negativa en los recursos asignados.
Lo mismo el Instituto Federal de Telecomunicaciones, y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales.
El caso más reciente, el del Instituto Nacional Electoral.
Con un ejercicio en curso como la Consulta de Revocación de Mandato, sufrió un recorte de casi cinco mil millones de pesos en su presupuesto para 2022.
No es la tan cacaraqueada “austeridad republicana”.
Sino una venganza política del Ejecutivo Federal, a través de su brazo inquisidor en la Cámara de Diputados, el partido Morena y sus aliados.
Es una clara muestra de que todo lo que le incomoda al presidente de México, se trata de aniquilar.
Y de evidenciar su inoperancia o correcto funcionamiento a través del recorte presupuestal.
Nadie está obligado a lo imposible, los órganos autónomos han resistido estos embates.
Pero desde el Poder Legislativo, con esta iniciativa de reforma, trataremos de revertir esta revancha política.
El poder requiere equilibrios, un poder que pretende controlar todo por una sola persona, es una dictadura.
No es un régimen democrático, que tanto ha costado a los mexicanos construir.
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