Al bajar las escaleras del acceso oriente de la estación Bellas Artes de la línea 8, un hombre de 55 años fue abatido a tiros por dos sujetos.
Los asesinos huyeron y el Metro informó del deceso por disparo de arma de fuego, pero matizó al señalar que ocurrió “presuntamente al exterior” de sus instalaciones.
La línea de investigación que se sigue es de un presunto asalto, pese a ello, en la estación no hay presencia de más policías.
Los usuarios pasan por la escena del crimen sin inmutarse.
Incluso parece que se han acostumbrado a la violencia, así como ya normalizan los retrasos y caos en el servicio.
Policias solo están atentos a sus celulares
Clementina llegó este jueves a vender dulces y aguas dentro de la estación.
Es medio día y no ha notado ningún cambio en la Policía.
“Luego si hay muchos (policías), pero están metidos en el celular, si tú observas si hay muchos, el otro día hubo accidente en la escalera y estando aquí el poli, no se dio cuenta, por qué está en el celular”, dice la señora mientras oferta sus productos.
Ataviada en una blusa rosa, con el pelo cano recogido, Clementina asegura que por suerte no estuvo en la balacera y se enteró por el vendedor de periódicos de la zona.
“No alcanzo a pasar los torniquetes, ahí quedó”, recuerda con asombro al señalar la zona del crimen.
En el mismo pasillo donde se encuentra el puesto de Clementina, hay un quiosco de artículos para celular, que atiende Claudia, una joven que frisa los 20 años.
Totalmente de negro, con playera de manga larga y leggins, trata de sacar su venta del día, pues solo en pasajes gasta 60 pesos.
La joven no es indiferente a la inseguridad. “Yo la veo igual, la verdad, siempre están los policías ahí, pero si hay un problema los dejan pasar”, crítica.
La estación de la línea 8 es un punto de reunión para muchas personas al ser zona de transbordo.
Alejandro, un joven usuario del Metro, paso por la zona del crimen y ni enterado estaba.
Pero dice que sí ha sido testigo de algunos robos en las estaciones Chabacano, Pantitlan, Velódromo y Tacubaya.
Cientos de personas avanzan entre la línea 8 y la 2 indiferentes. La vigilancia es escasa.
Es un problema de todo el Metro
No sólo en Bellas Artes, también en la estación Taxqueña, cerca de la central de camiones donde hace dos semanas hubo una balacera que dejó muertos.
Víctor de unos treinta años, se encuentra esperando a uno de sus clientes, sentado en el pasillo donde el tren termina su recorrido, y cuenta qué hay pocos policías y sólo en los torniquetes.
Considera que las autoridades no se dan abasto ante los millones de personas que usan el Metro al día.
“Muchas veces las mismas autoridades están metidas, la misma delincuencia tiene protección, de la parte de arriba de los mismos funcionarios”, añade sobre la violencia y la inseguridad que crece en el principal transporte de la Ciudad de México.
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