Los obispos mexicanos defenderán en la calle que la mujer no aborte

Los Jesuitas

Los obispos mexicanos defenderán en la calle que la mujer no aborte. Los obispos mexicanos molestos por la resolución histórica de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de despenalizar el aborto han decidido dar la batalla en las calles, no en los templos, para manifestar su inconformidad.

Bajo la campaña “Por la mujer y por la vida” convocan a una marcha el 3 de octubre en la Ciudad de México.

En esta ocasión, los obispos no dejarán que sean los grupos Provida, ya desprestigiados.

La organización de la marcha la hará la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).

La tarea está en manos del licenciado Marcial Padilla González para coordinar a los contingentes.

A los obispos y sacerdotes los exhortaron a invitar a los fieles en las misas y a través de otros medios a asistir a la march.

El objetivo es que el mayor número posible de personas acuda y tengan las facilidades para asistir a esta concentración.

Los obispos justifican está movilización.

Los obispos mexicanos defenderán en la calle que la mujer no aborte

Aseguran que ante la resolución de la SCJN sobre dos acciones de inconstitucionalidad de despenalización del aborto en los código penal de Coahuila y la constitución de Sinaloa, grupos y organizaciones católicas y no católicas se acercaron para proponer “una presencia masiva” en la Ciudad de México.

El fin es “manifestar el aprecio y la protección de la vida humana de la mujer y de su hijo en toda su circunstancia”.

“Como pastores estamos llamados a acompañar, impulsar y respaldar las acciones de nuestros fieles de tal manera que esta concentración de miles de hombres y mujeres -dentro del marco de la ley- sea una expresión nacida desde la fe hecha caridad a favor de soluciones reales a las necesidades de la mujer y su dignidad, al mismo tiempo que se hace visible y se respeta la integridad del derecho a la vida del hijo o hija en gestación”, afirmaron.

El cambio de estrategia lo justifican los obispos por la petición de los fieles.

El 8 de septiembre habían señalado que la Dimensión Episcopal de Vida ofrecería cursos y subsidios con criterios técnicos para el análisis y la construcción de propuestas y acciones para garantizar la protección de las mujeres y del concebido aún no nacido.

Además, en redes sociales iniciaron una campaña en favor de la mujer y se pronunciaron en contra de que sean procesadas penalmente por abortar.

“La cárcel no es una solución a la problemática de la mujer que aborta y más bien puede ocasionar su revictimización.

”Pero la despenalización del aborto no resuelve los abusos hacia las mujeres, sino incluso puede favorecer a perpetuar situaciones de violencia contra ella, como es la violación y la trata de mujeres”, afirma la CEM.

Iglesia extraviada 

El investigador Rodolfo Soriano afirmó que la estrategia de la CEM para convocar a marchas es un error”.

Advierte que desde hace tres décadas no convocan a los fieles, de los que se encuentra alejados, a salir a la calle.

Asimismo, consideró que la ultraderecha católica, agrupada en El Yunque, presionó a la CEM para convocar a ésta concentración.

 “No tienen experiencia y se arriesgan en esta pandemia al surgimiento del movimiento antivacunas que encabeza el cardenal Juan Sandoval Iñiguez. No se alcanzan a dar cuenta de que contradictorio es esto”, dice. 

Los obispos mexicanos, señaló Soriano Núñez, intentan imitar a los de Estados Unidos, sólo que “son diferentes, allá si tienen posibilidad de movilizar a sus bases, porque nunca se pelearon con éstas y tienen una organización diferente”.

La CEM, puntualizó, debería seguir el ejemplo de los obispos argentinos quienes reconocieron haber perdido la batalla al legalizarse el aborto en Argentina.

“Ellos enfocaron su estrategia a fortalecer las redes de solidaridad en sus comunidades a través a los curas de barrio, pero en México no se tiene esa organización”.

Para Soriano Núñez si los obispos fueran independientes estarían promoviendo en los Congresos estatales cambios en los códigos penales y eliminar la cárcel para las mujeres que abortan y no promoviendo marchas”.

Rodolfo Soriano añadió: “no les auguro éxito en la movilización a los obispos, sólo expondrán la debilidad que tienen con la sociedad mexicana”.


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