Las dos visiones de la corrupción. El presidente López Obrador y sus brazos ejecutores, la Fiscalía General de la República (FGR) y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), tienen dos visiones para tratar actos de corrupción.
Lo anterior hace dudar de la honestidad en su combate, tan cacareado por el tabasqueño desde sus campañas presidenciales y ahora desde Palacio Nacional.
Si se trata de los hermanos presidenciales, el mandatario justifica que, en el caso de Pío, fueron aportaciones del pueblo “bueno” para su movimiento.
En el caso de Martín Jesús, dice que es un asunto privado. Un préstamo personal que nada tiene que ver con corrupción ni tráfico de influencias.
En ninguno de los dos casos, la FGR ni la UIF han movido un lápiz o una hoja para investigarlos. Impunidad para la familia presidencial.
Aunque López Obrador diga desde el púlpito presidencial que no es tapadera de nadie, sí lo es. Su familia y sus cercanos son inmediatamente exonerados.
Dos visiones de la corrupción
No hay una exigencia para investigar, un tenue “que los investiguen”, pero no con la fuerza ni con la saña con la que trata a sus adversarios.
Y en el colmo del cinismo, López Obrador señala que es guerra sucia y una campaña para desprestigiarlo. Falso, los hechos están ahí, videograbados.
Para desviar la atención, se va contra el mensajero, Latinus y Carlos Loret de Mola, como si hubieran sido estos los actores de los actos corruptos.
El mandatario siempre tendrá palabras de descrédito e insultos cuando lo critican o como en este caso, descubren actos inmorales e indebidos.
No cuestiona, al menos públicamente, por qué es su excolaborador David León Romero, cercano a Manuel Velasco, es el que entrega dinero a sus hermanos.
¿Quién es el autor de los videos de corrupción?
Las dos visiones de la corrupción ¿Quién grabó esos videos y con qué propósito? Solo pudo hacerlo León Romero y solo él pudo filtrarlos.
Quizá el propósito era cobrar facturas en caso de que López Obrador no cumpliera los acuerdos políticos con Velasco. Ahora ¿quién decidió entregarlos a los medios?
Esas son las preguntas que debería estarse haciendo el Presidente. Ahí están sus verdaderos enemigos, no los medios de comunicación.
Para distraer la atención del video de Martín Jesús, la FGR hizo pública una investigación contra Ildefonso Guajardo, vinculado a proceso por incremento injustificado de su patrimonio.
El exsecretario de Economía en el gobierno de Peña Nieto y actual diputado electo por el PRI, acusó una “persecución política”. La FGR lo negó.
Pero ¿por qué en ese caso la FGR actuó con celeridad? ¿Y en el caso de los hermanos de López Obrador no dice nada?
Esa institución sólo es autónoma en el papel, pero depende de López Obrador, quien impuso a Gertz Manero y este obedece ciegamente al Presidente.
Distraer la atención de casos importantes y que dañan la figura presidencial son ya una costumbre en Palacio Nacional.
Lo son también las venganzas en contra de quienes el mandatario considera sus “adversarios”.
El trabajo más destacado de la FGR y de la UIF -brazos ejecutores de las venganzas presidenciales—es, precisamente, atender los deseos presidenciales.
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