Tras una larga espera, los candidatos llegaron al escenario —en el que hace horas era pura discordia entre la gente de Marcelo Ebrard—.
Todas las “corcholatas” estaban ahí: Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López, Gerardo Fernández Noroña, Manuel Velasco, incluso Ricardo Monreal.
Pero faltaba alguien en esa cita de las 7 de la tarde. El equipo de Ebrard se había retirado antes de las 5 del World Trade Center (WTC) alegando un cochinero en las encuestas para definir al candidato presidencial de Morena en 2024.
Con eso en mente los operadores, representantes y demás simpatizantes del excanciller exigieron que se repitiera la encuesta.
Acuartelados en un hotel cercano del WTC —lugar donde la dirigencia de Morena escogió para realizar el conteo de las encuestas— decidieron dar un mensaje a la prensa.
Marcelo Ebrard estaba presente en esa reunión con los medios.
Repitió el mismo mensaje que sus correligionarios, exigió que se repita el proceso para la elección de candidato.
Vistiendo un traje azul marino, el que fue considerado uno de los hombres de confianza de Andrés Manuel López Obrador, decidió romper con el proceso, al no asistir al evento para anunciar al ganador.
La senadora Malú Micher, representante de Ebrard, denunció que en la entrada del WTC no le permitieron el acceso para poder vigilar el conteo, incluso dijo que Policías de la CDMX la agredieron cuando intentaba entrar a la sede.
¿Pero esa fue toda la historia? Horas después de hacer su conferencia y retirarse de la zona, gente suya seguía en el hotel.
Siguieron discutiendo el proceso de la encuesta, pero uno de los presentes llamó la atención, en vez de tener el sentimiento de frustración y enojo por la supuesta imposición por parte de Mario Delgado, hizo una autocrítica.
Una mujer discutía con sus demás compañeras, argumentó que Ebrard cometió el error de negar los resultados y alegar una imposición, que eso se tomaría a mal, por el resto del partido.
Sus compañeras le replicaban, pero esa era la única discusión que estaba alejada del ambiente derrotista dentro del hotel, sólo unos cuantos camarógrafos y reporteros seguían ahí.
El resto estaban preparándose para la llegada de los demás aspirantes. El primero en llegar fue el esposo de Anahi y también exgobernador de Chiapas Manuel Velasco.
Dio un simple discurso a la prensa, reunida alrededor de su camioneta a unos pasos del WTC, se dedicó a decir que estaba contento en mostrar su propuesta a la población durante su gira por el país.
Al mencionarle la postura de Marcelo Ebrard, comentó que abogaba por la unidad de todos los precandidatos.
Ya dentro del edificio, en una sala de conferencias, los reporteros estaban instalándose en los asientos que les tenían asignados.
El mensaje para anunciar al ganador estaba planeado a las 5 de la tarde, pero fue después de las 7 que inició el evento.
En el templete estaban el resto de las corcholatas, excepto Ebrard, además del gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, el líder nacional de Morena, Mario Delgado, Citlali Hernández, secretaria general del partido y los líderes del Partido del Trabajo y el Verde Ecologista.
Para muchos la sorpresa no era que ganara Claudia, sino que ganó la encuesta realizada por la casa encuestadora que encargó el ex canciller.
Sheinbaum ganó todas las encuestas con amplia diferencia respecto al segundo lugar, que era Marcelo Ebrard.
La ex Jefa de Gobierno, vestida de guinda, dio su discurso triunfal, omitió nombrar al segundo lugar tras agradecer al resto de participantes de la contienda, pero añadió que hay lugar para todos dentro de su campaña.
Afuera del WTC, una multitud esperaba la salida de la nueva candidata de Morena para la presidencia del país, mientras Ebrard declaraba en medios que decidirá su futuro político el lunes próximo.
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