SITRAVEM, la empresa fantasma que recorre el Metro CDMX

La empresa SITRAVEM saltó a la luz pública tras ser responsable de la muerte de una niña de sies años en un hospital del Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS), donde falló uno de los elevadores y la menor perdió la vida prensada.

Tras los hechos, diputados del PAN denunciaron que la misma empresa le da mantenimiento a los elevadores del Metro de la Ciudad de México.

En los documentos presentados por los panistas, aparece Ismael Soto del Hoyo como apoderado general de la compañía.

La empresa tiene su domicilio legal en Mochicas Mz 7 LT 15, en la Colonia Las Américas, con código postal 55076, a un costado del centro comercial.

Capital CDMX acudió al lugar para verificar la existencia de la empresa contratada por el Metro CDMX.

Dicho domicilio se encuentra dentro del complejo “Residencial Américas III”, la calle América Central es el único acceso para poder entrar.

Las casas del complejo son de color arena, como la mayoría de las casas de la colonia, dado un aspecto árido al lugar.

Para poder entrar al sitio, se necesita autorización del personal de vigilancias

A los vigilantes se les preguntó sobre la existencia de la empresa, pero aseguraron que nunca han escuchado nada de ella.

Hay un par de vigilantes cubriendo la entrada, ambos con menos de 20 años y uniformados con playera negra.

Al atender la petición, los guardias llaman a las varias casas que conforman el condominio Mochicas, para poder dar con la empresa, pero no reciben respuesta alguna.

Al no poder contactar con nadie, niegan el acceso al conjunto residencial y aseguran que dentro del complejo, sólo hay condominios y que ninguna sirve para oficinas de alguna empresa.

Los vecinos también dicen desconocer la existencia de SITRAVEM.

Sin embargo, en el Metro CDMX dicen tener conocimiento de ella pues le da mantenimiento a los elevadores de las líneas 1,2,3,9,A y B.

El contrato STC-CNCS-023/2021, que se realizó entre SITRAVEM y el Metro CDMX, para el periodo del 01 de enero al 31 de diciembre del 2021, tiene un listado de los elevadores a los que se le tiene que hacer el servicio.

Capital CDMX revisó el estado de los elevadores de las estaciones Ciudad Azteca y Villa de Aragón, correspondientes a la línea B.

La gente baja apresuradamente del Mexibús para subir las escaleras que dan acceso a Ciudad Azteca.

Dentro de la estación se observan dos elevadores, cada uno correspondiente a los dos andenes para abordar el Metro.

Ambos pertenecen a la marca Orona Vittoria, con números de serie para identificarlos “CAZ-1EH” y “CAZ-2EH”.

Los elevadores parecen estar en buenas condiciones, su estructura de ambos es gris, con puertas metálicas, sus fachadas un poco sucias.

Juan Capistran, de unos 40 años, es inspector jefe de la estación, y confirma que SITRAVEM continua dandole mantenimiento a los elevadores.

“Es poco frecuente, pero se le hace un mantenimiento correctivo y preventivo (…) pero por uso se llegan a averiar”, comenta Capistran sobre las fallas de los equipos.

Añade que en caso de avería, la empresa atiende inmediatamente el problema y que constantemente se hace el mantenimiento.

Incluso, afirma que una vez que se ha hecho el reporte de una falla, se resuelve el mismo día.

Señala que no ha tenido ningún problema en trabajar con los técnicos de la empresa.

En Villa de Aragón, el jefe de estación estaba ausente, sólo se puede ver los enormes cristales que rodean el puesto, con dos máquinas de recarga a cada lado.

Aquí se encuentran tres elevadores, de la misma marca que los de Ciudad Azteca.

El primero se encuentra del lado del Tecnológico Gustavo A. Madero, cuyo número es “VAR-3EH”, aparenta tener un buen funcionamiento, con la pintura de las puertas algo descuidada.

El segundo se localiza del lado de la procesadora de basura, con las puertas de color crema.

Se observan manchas de humedad en las paredes naranjas, está más sucio que el otro elevador “VAR-2EH”, pero también funciona.

El último se encuentra dentro de la estación, el “VAR-1EH”, este con puertas metálicas, igual de sucio que el anterior, sin embargo, sigue funcionado.

Miguel Vazquez baja del elevador apoyándose en su bastón. Al llegar a los torniquetes nos cuenta que fallan mucho.

“Están sucios, tienen anomalías, no funcionan bien a veces”, dice con resignación.

A sus 60 años considera que el trayecto para poder realizar el trámite para la tarjeta del elevador es complicado.

Miguel se marcha a paso lento y con la duda de si el elevador que usa día con día recibe mantenimiento.

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