Brasil.- Fabiana Santoro, una joven brasileña que compartió una foto de ella en internet, ahora pide que no se use más su imagen para fines de lucro y sin su consentimiento.
Cuando Santoro tenía 10 años hizo un viaje a Disneyland, donde su padre rentó una limusina donde le tomó una fotografía donde aparece sentada, con las piernas cruzadas y con una copa de champán en la mano.
Fue en 2015 cuando, ya siendo adolescente, Santoro compartió la fotografía en la redes sociales y, de un momento a otro, la imagen se viralizó y se convirtió en un meme.
“Pensé que era divertido que la gente publicara mi foto. Vi algunos comentarios desagradables sobre mi apariencia, pero los ignoré. Convertirse en un meme no me hizo daño porque no me ridiculizaron por eso”, explica.
Sin embargo, años después Santoro comenzó a preocuparse, pues descubrió que varias tiendas online, sobre todo en Estados Unidos, vendían mercancía con su imagen.
“Nunca me importó que la gente usara mi foto como meme. Pero cuando vi que estaban ganando dinero con ella, me molestó mucho”, dijo, “Además de molestarme que se estén lucrando con mi imagen, no me gustó la frase que pusieron porque es irrespetuosa”, dice Santoro, quien explicó que pidió a la empresa estadounidense retirar las camisetas con su imagen, pero que no le contestaron.
Tras descubrir que no solo en Estados Unidos, sino también en Brasil, empresas lucraban con su imagen, decidió ir a los tribunales.
El Código Civil brasileño señala que una persona cuya imagen haya sido usada sin su consentimiento para lucrar, puede cobrar una indemnización y detener el uso de su fotografía.
La joven continúa el proceso legal pero ya se planteó vender ella misma las camisetas y ayudar a causas benéficas con parte de los ingresos y lo que obtenga si gana la demanda.
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