Luz al final del túnel

Ciudad de México.- Tres buenas noticias. Una, en los próximos días empezarán a llegar las vacunas de Pfizer contra la Covid; dos, a partir de la tercera semana de diciembre comenzará a suministrarse al personal de la salud que está en la primera línea en el combate al virus.

La tercera es que la gestión estuvo a cargo de la Secretaría de Relaciones Exteriores, de Marcelo Ebrard, y no del nefasto subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, quien ni siquiera estaba de acuerdo en la compra de las vacunas.

Es importante el trabajo que hizo el gobierno para la adquisición de las vacunas y el gasto millonario que destinó para ese propósito; sin embargo, nadie puede decir que es un logro de la llamada 4T, como algunos escribieron en redes sociales.

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Fue una necesidad imperante ante la pandemia y el más de millón y medio de vidas que el virus ha cobrado en el mundo.

En México hay más de 110 mil personas muertas, reconocidas oficialmente, pero se calcula son más de 300 mil fallecimientos. 

El gobierno no podía quedarse de brazos cruzados ante ese escenario fatal. Ya demasiado daño hizo actuando tarde ante la llegada del virus a nuestro país, negando la eficacia del uso del cubrebocas y anteponiendo la política a la salud de las y los mexicanos.

De febrero a abril se aplicará la vacuna al personal de salud restante y a personas mayores de 60 años; es decir, estos deberán esperar y continuar tomando las medidas sanitarias dictadas por las autoridades sanitarias y encerrados algunos meses más.

Entre abril y mayo estará disponible para personas de 50 a 59 años, y en mayo y junio para quienes tengan de 40 a 49. Los menores de 40 podrán vacunarse entre junio de 2021 y marzo de 2022. Es decir, el proceso continuará el próximo año.

El confinamiento obligado por la pandemia ha causado problemas psicológicos, violencia intrafamiliar, alcoholismo, sedentarismo.

Por eso es una buena noticia el inicio de la vacunación. Aun cuando los efectos en la salud pública no serán inmediatos, se empieza a ver la luz al final del túnel.

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