Ciudad de México.-Con un peso de 350 kilos y casi tres metros de altura por cuatro de ancho, un colectivo y familiares de víctimas de jóvenes asesinadas, instalaron el “antimonumento” del feminicidio en México en una de las principales avenidas de la capital.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, un colectivo que se identificó con playeras rojas, se dividió en dos contingentes para arribar al Zócalo capitalino, y otro para “plantar” el símbolo de dolor e impunidad frente al Palacio de Bellas Artes.
Más de 15 mujeres cubiertas con un tapabocas y pañuelos verdes, uniformadas con un chaleco de construcción color rosa, descargaron palas y cemento para proceder a remover la tierra de uno de los espacios libres para plantar árboles en la Avenida Juárez.
Alrededor de ellas, una barrera humana se formó para impedir el ingreso de alguien externo al contingente y no entorpecer la labor de las mujeres, que descargaron la cruz metálica.
Durante las más de dos horas de instalación de la nueva pieza de impunidad en México, madres y padres de jóvenes desaparecidas relataron su historia; paralelamente la marcha del 8 de marzo convocada desde el Ángel de la Independencia se detenía para mostrar su solidaridad.
De esta manera, la cruz de tonalidad rosa se suma a los seis “antomonumentos” para exigir justicia que fueron colocados a partir de 2015 en las calles de la capital, tal como el de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, la Guardería ABC y La mina Pasta de Conchos.
