Dolor, calor y esperanza es nuestro sentimiento: nazarenos

Ciudad de México.-La corona es de un rey simboliza la gloria, y si es de espinas te redime los pecados. El dolor iy la esperanza nfluyen a veces, expresa Axel Cruz, uno de los dos mil nazarenos que asisten al viacrucis que cada año se realiza con motivo de Semana Santa en Iztapalapa.

Axel pertenece a uno de los 9 barrios de Iztapalapa, el de Santa Bárbara, y su viacrucis forma parte de uno de las 20 escenificaciones que son representadas en la demarcación más grande de la capital.

Tanto la cruz como usar una corona de espinas puede ser parte de “la manda” que cada persona quiera realizar para agradecer o pedir un favor a Jesús, explica el joven de 28 años.

“Unos pueden agradecer por ya no tomar, fumar o drogarse; otros por obtener trabajo o regresar al buen camino. Principalmente se agradece o se pide por la familia, para la buena fortuna”, dice en una de las paradas del viacrucis.

“Yo por ejemplo, lo hago porque quiero que a mi familia le vaya bien, es tradición, lo haces porque ya estás acostumbrado a agradecer”.

Los más resistentes pueden aguantar una cruz de más de 70 kilos, ochenta kilos o cien kilos, como la que carga el Cristo de la representación, explican.

En el caso de su hermano menor, es de 30 kilos y es ayudado para poder realizar el viacrucis.

Sin embargo, tal como explica el joven y otros nazarenos, depende de a que se comprometa la persona realizar: “Si vas a cumplir una manda, has una que si vayas a terminar, al final es tu satisfacción”, indica quien desde sus 12 años de edad comenzó por tradición a realizar esta procesión.

No importa si es una cruz blanca, negra o color madera porque todas tienen el mismo fin, cumplir la manda, redimir tus pecados, agradecer a Dios o traer bendición a tu familia, según las creencias.

Tampoco se vuelve necesario ya usar la típica vestimenta de nazareno: túnica blanca con toga morada o viceversa; llevar completamente desnudos los pies o traer protección, lo que se preserva es la esencia de la acción, agrega el señor Flores, quien llevó a sus hijos a realizar la manda para la bendición de su hogar.

¿Por qué no participar de un personaje en la obra?

-La de los ocho barrios, es la más grande, es bonita, pero esta, donde nos sumamos nazarenos, se vuelve más personal  porque es tuya.

La procesión continuó paralela al Cerro de la Estrella, pues se dirigía al templo de Santa Bárbara y a la par el Cristo de la 175 representación de Iztapalapa, representado por Iván Pedro Estrella, concluía el recorrido para ser crucificado en lo más alto de la zona.

 Antes recibió azotes y previamente fue coronado con espinas, mismas que de acuerdo a la tradición significan gloria, simbolizan el dolor, pero también la esperanza para los creyentes.

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