Ciudad de México.- Al Papa Francisco le solicitaron no desviar la atención en la reunión sobre abusos sexuales, que se realizará en Roma el próximo mes, tras indicar que la pederastia clerical se debe a la incapacidad de los obispos para resolver este problema.
En un comunicado firmado por las víctimas de abuso sexual Joaquín Aguilar (SNAP-México), Jesús Romero Colín (INSCIDE), José Barba y Jorge Flores; los investigadores Bernardo Barranco y Fernando M. González; los activistas; Alberto Athié, Cristina Sada Salinas y Sara Oviedo; fray Julián Cruzalta, sacerdotes José Manuel Guerrero Noyola y Raúl Lugo y Jorge de Siena, manifestaron su preocupación por las declaraciones del Papa previo al encuentro que sostendrá con los presidentes de las Conferencias Episcopales del mundo, para discutir la crisis de la pederastia clerical que enfrenta la Iglesia católica.
Aseguraron que el pasado 28 de enero que el pontífice declaró sobre lo que los creyentes esperan del encuentro: “Me permito decir que he percibido un poco una expectativa inflada. Hace falta desinflar las expectativas a estos puntos de los que yo hablo. Porque el problema de los abusos continuará: es un problema humano que se da en todos lados”.
Los sobrevivientes y defensores de derechos humanos indicaron que esperan respuestas de esa reunión, por la magnitud de la pederastia clerical y porque existe un mecanismo de encubrimiento institucionalizado que normó el comportamiento para atender los casos de abuso sexual.
A los firmantes, les llamó la atención que Francisco planteó dar una catequesis sobre este problema, al mencionar que “…Vimos que algunos obispos no sabían qué hacer, no entendían…Hacían una cosa buena y otra mala. Entonces sentimos la necesidad de dar una catequesis sobre este problema a las conferencias episcopales…”
Con esta afirmación el Papa reconoció que no se ha avanzado en la reflexión de este tema y menos en la solución adecuada de este delito.
Recordaron que en el pasado existieron medidas parecidas a las que ahora está pensando establecer el pontífice y se cuestionan los firmantes del comunicado por qué no dieron resultado.
El ejemplo del Papa y sus subalternos, consideraron, es clave para erradicar este delito de todos los ámbitos de la vida de los niños, por lo que consideran inconveniente y peligroso que se sugiera que el abuso y su continuidad son connaturales a la condición humana.
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