Genaro García Luna y Luis Cárdenas Palomino se han convertido en el dolor de cabeza de Felipe Calderón.
Los estrategas de la seguridad y combate al narcotráfico durante su gobierno ahora se encuentran detenidos y sujetos a proceso penal.
Cárdenas Palomino fue, por muchos años, el brazo derecho de García Luna, tanto en la AFI como en la Secretaría de Seguridad Pública.
Ambos actuaron con prepotencia y arrogancia en el sexenio de Calderón, porque tenían el apoyo absoluto del entonces presidente de la República.
Se enfrentaron, en los seis años del gobierno panista, con el gabinete de seguridad –Gobernación, Defensa, Marina, la propia Seguridad Pública y la entonces PGR–.
No tenían problema en imponer sus decisiones. El presidente siempre le daba la razón a García Luna, le tenía plena confianza o ¿complicidad?
Ambos están ahora en problemas judiciales de los que no saldrán bien librados y pasarán varios años encerrados en una cárcel.
Sí, al mismo lugar a donde llevaron a sus enemigos con o sin la razón jurídica. Tenían el poder y lo ejercieron sobrepasando límites.
García Luna está detenido en Estados Unidos acusado de delitos relacionados con el narcotráfico y de tener relación de negocios con Joaquín “el Chapo” Guzmán.
En tanto, Cárdenas Palomino, aprehendido ayer, fue ingresado al penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México.
Está acusado como presunto responsable del delito de tortura en contra de Israel Vallarta, Mario Vallarta y Sergio Cortés Vallarta.
El dolor de cabeza de Felipe Calderón
El 9 de diciembre de 2005, la entonces AFI realizó un operativo en el rancho Las Chinitas. Aprehendieron a Israel Vallarta y a la francesa Florence Cassez.
Los acusaron de ser secuestradores y pertenecer a una banda llamada Los Zodiaco. Sin embargo, fue un espectáculo mediático. La detención fue un día antes.
Se desató un escándalo político-policíaco que no tuvo consecuencias legales contra el orquestador: Cárdenas Palomino, quien caminaba con tranquilidad e impunidad.
Un año después, tomaría posesión como presidente de México Felipe Calderón Hinojosa. Designó como secretario de Seguridad Pública a Genaro García Luna.
Entre 2007 y 2012, cobijado por su amigo García Luna, Cárdenas Palomino ocupó varios cargos en la Secretaría de Seguridad Pública.
El dolor de AMLO
El dolor de cabeza de Felipe Calderón son la dupla García Luna y Cárdenas Palomino y a su vez la obsesión del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Le sirven para golpear a su acérrimo rival, Felipe Calderón.
Independientemente de la culpabilidad de los dos implicados, tenerlos en la cárcel es un gran bocado para el tabasqueño. La venganza sí es lo suyo, aunque lo niegue.
Además, se convierten en un distractor para evadir el tema de la violencia y las masacres que han ocurrido en las últimas semanas en nuestro país.
Los procesos en contra de García Luna y Cárdenas Palomino son una fiesta para López Obrador y un dolor de cabeza para Calderón.
¿Podría ser implicado? Hasta ahorita no hay acusaciones en su contra, pero López Obrador las busca con ahínco.
El expresidente no ha dicho nada de la captura del “Mejor Policía de México” en 2010. Mejor no sacar la cabeza en este momento, la vayan a “macanear”.
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