La población, sumida en la falta de comunicación y desabastecimiento de alimentos y productos esenciales, se ha visto obligada a saquear tiendas en busca de recursos para sobrevivir.
Los damnificados por el huracán, instan a no juzgar a quienes han tomado productos de las tiendas, argumentando que ante la falta de vivienda y necesidades básicas ha llevado a muchas personas a vivir en las calles.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha explicado que la emergencia ha generado caos y saqueos en las tiendas debido a la incertidumbre y la necesidad imperante de alimentos.
El Ejército está ahora a cargo de la distribución de apoyos.
El paso de Otis no solo devastó Acapulco, sino que también afectó las vías de acceso terrestres y aéreas, dificultando la llegada de ayuda a gran escala.
El secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, instó a la población a no llevar ayuda directamente a la zona de desastre, sino a dirigirla hacia un centro de acopio en Chilpancingo, para evitar congestiones en el tránsito.
Además, la Secretaría de la Defensa Nacional activó un puente aéreo entre la Base Militar de Santa Lucía en el Estado de México y la Base Aérea Militar de Pie de la Cuesta en Acapulco.
Dos aeronaves de la Fuerza Aérea Mexicana llegaron con cuatro toneladas de víveres y agua cada una, destinadas a las áreas más afectadas.
Estos suministros se están distribuyendo en las colonias más golpeadas, como Colosio, Emiliano Zapata, Renacimiento y el municipio de Acapulco en su conjunto.
La subteniente Fernanda Karina Sánchez Díaz informó que se están entregando entre 200 y 400 despensas a diferentes colonias, con un total de 800 entregadas en el día.
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