Este viernes concluyó la tercera jornada de búsqueda por Pamela Gallardo Volante cerca del kilómetro 11.8 de la carretera Picacho-Ajusco de la Ciudad de México. Las labores se realizaron durante toda la semana luego de que el pasado 23 de febrero se hallaran cinco elementos óseos en esas mismas coordenadas.
Hasta el día de hoy se han encontrado en total 15 osamentas enterradas en dicho punto, las cuales siguen sin ser identificadas.
Montones de cúmulos de basura, tierra, ropa y cascajo de construcción invaden el horizonte de la zona boscosa del Ajusco. Son montículos ilegales que durante años la gente ha ido alimentar con sus desechos a tal punto que han terminado mimetizándose con el paisaje: árboles de todos los tamaños han crecido enraízandose sobre esas montañas de objetos que no pertenecen al bosque.
Esta es la tercera jornada de rastreo que los familiares de Pamela realizan en este punto del Ajusco. La primera fue en mayo de 2023, pero en aquella ocasión la búsqueda se vio frustrada porque la Comisión de Búsqueda de la Ciudad de México no llevaba la maquinaria necesaria para remover los montículos de basura y de cascajo.
La segunda jornada se realizó del 19 al 23 de de febrero de este año. Esas fechas cambiaron por completo el rumbo de las labores de búsqueda por Pamella Gallardo, pues por primera vez desde que la familia Gallardo Volante comenzó a buscarla en esa zona, se hallaron elementos óseos humanos.
Mientras una de las retroexcavadoras extrae tierra del socavón donde hace dos meses fueron encontradas 11 osamentas humanas, y un día atrás 2 huesos más, el cuerpo de bomberos de la Ciudad de México coloca esa misma tierra en cubetas que posteriormente son vaciadas en las cribas: unos cuadros de madera con malla de alambre donde las madres buscadoras ciernen la tierra para ver si entre algunas de las piedras que quedan en la superficie, encuentran el hueso de una persona.
Un árbol divide en dos el socavón en la tierra. Un equipo revisa lo que se extrae del lado derecho, y otro lo que se saca del lado izquierdo. Por cada metro que se abre del socavón, los binomios caninos pasan de manera intermitente para olfatear la tierra. Ninguno marca positivo. Es decir, todos descartan la zona.
La madre de Pamela María del Carmen (o Mari, como prefiere que le digan) observa con atención las labores de búsqueda. «Que ya salga el cráneo, es lo que más necesitamos para identificar de quién es el cuerpo», dice con ansias. A su lado está sentada Norma Andrade, mamá de Lilia Alejandra García Andrade, quien fue desaparecida el 14 de febrero del 2001 y encontrada sin vida una semana después.
«Yo vine aquí para acompañar a Carmen, no hay otra respuesta. Yo soy de las pocas madres que tienen la certeza, y después entendí que también el privilegio, de haber enterrado a su hija y saber con toda la seguridad que era mi hija. Cuando encontramos a Lilia tenía menos de 24 horas de haber sido asesinada, entonces su carita se podía identificar muy bien». – Menciona Norma.
Esteban Gallardo y José Eduardo Gallardo, hermanos de Pamela, revisan la tierra que proviene del lado derecho del socavón. Mientras José levanta y vacía las cubetas de tierra en las cribas, Esteban examina piedra por piedra antes de descartar su montículo y volver a llenar la criba.
En otra de las cribas trabaja Inés Enriqueta. Lleva ropa y calzado de vestir. Exactamente hace seis años, un 26 de abril del 2018, desapareció su hijo Francisco Sandoval Lázaro cuando salía de la colonia Paraje 38 en el Ajusco medio, a menos de 10 km de la zona donde Pamela fue vista por última vez.
Del lado izquierdo ciernen la tierra Lucila Ariadna Perez Reyes y Leonor García, madres de Diego Iván Arreola Pérez y Mario Bravo García respectivamente, quienes desaparecieron juntos el 21 de mayo del 2023 en la alcaldía Álvaro Obregón. «Durante muchos meses buscamos nosotras solas, pero poco a poco hemos ido aprendiendo a buscar en colectivo» dicen ambas mientras revisan las piedras.
Continúan los hallazgos en el Ajusco.
A la una de la tarde elementos de la Comisión de Búsqueda de la Ciudad de México encuentran la primera osamenta del día. Se trata de una vertebra. Poco más de una hora después hallan un diente premolar. Al final del día se encuentran 66 osamentas animales, y dos elementos óseos humanos.
«Poco a poco, alguien está saliendo de la tierra» dice Mari.
Quienes están llevando a cabo el peritaje de las 15 osamentas encontradas durante las últimas dos jornadas de búsqueda son Servicios Periciales, sin embargo aún no hay una fecha oficial en la que puedan estar listos los resultados del análisis de ADN para determinar si los indicios pertenecen, o no, a Pamela Gallardo Volante.
Así mismo, la familia está gestionando con las autoridades que las acciones de búsqueda y rastreo puedan continuar en la misma zona del hallazgo durante las próximas semanas.
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