Tratamiento y reuso de aguas residuales, una alternativa menospreciada en la CDMX

Ciudad de México.- En las semanas recientes el tema del agua ha estado en el centro de la atención de quienes vivimos en la capital del país, ya sea por las inundaciones provocadas por las lluvias, por la discusión en torno a la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México o por los tres cortes al suministro de agua que se programaron, para la Zona Metropolitana del Valle de México, por trabajos de mantenimiento, principalmente el corte del Sistema Cutzamala, del cual aún estamos en etapa de recuperación.

Ha sido tanta la información que ha circulado en los medios de comunicación y en las redes sociales, que muchas voces se han pronunciado por utilizar sistemas alternativos a las fuentes tradicionales de abastecimiento de agua a la Ciudad de México. Parecería que cada vez hay más claridad en diversos sectores de la población de que vamos a una crisis hídrica y por ello la urgencia de cambiar el actual modelo de gestión del agua.

La opción más señalada, entre los promotores de buscar otras opciones, es el aprovechamiento de agua pluvial tanto para incrementar la recarga del acuífero como para la capitación y aprovechamiento in situ. 

De hecho el gobierno de la CdMx ya opera un programa, a través de la Secretaría de Desarrollo Social, en zonas en donde coincide la alta marginalidad y la escasez del agua.

A reserva de conocer el nivel de importancia que le dará a esa alternativa el gobierno de la Doctora Claudia Sheinbaum, es importante abrir el abanico de alternativas, como es el caso del tratamiento y reuso de aguas residuales.

Mucho se ha escrito que en la capital del país continuamos con el error histórico de expulsar la mayor parte del agua que importamos y extraemos de los acuíferos, convertida en aguas negras y combinada con el agua pluvial, lo que ha provocado un conjunto de problemas que ponen en riesgo la viabilidad de la ciudad por la sobre explotación del acuífero, la mala calidad del agua, los hundimientos y fracturamientos del suelo, las inundaciones, la aparición creciente de socavones y los constantes conflictos sociales.

Revisando la infraestructura con la que contamos para el tratamiento, distribución y reuso de aguas residuales caemos en la cuenta que es un rubro poco atendido, casi menospreciado, tal vez porque la poca inversión en materia hidráulica se ha enfocado fundamentalmente a la distribución del agua potable y al servicio de drenaje.

De acuerdo al tercer informe de gobierno, en el año 2008 el entonces Distrito Federal tenía en operación 26 plantas de tratamiento de aguas negras, con el sistema de lodos activados, que procesaban 3.12 metros por segundo, lo que equivale al 12% del total de aguas combinadas que generaba la ciudad. Con esa cobertura se ocupaba el décimo lugar en cuanto a caudal tratado, lejos de Nuevo León y Chihuahua que trataban en ese mismo año 11.64 m3/s y 59.28 m3/s respectivamente. Sin embargo, si observamos la operación y la cobertura que alcanzaba cada entidad, la capital del país con su 12% se encontraba en el vigésimo cuarto lugar, lejos, muy lejos del 100% de tratamiento de aguas residuales que alcanzaban Nuevo León y Aguascalientes.

Para el 2010 el volumen de agua tratada, en la CdMx, se incrementó a 5.50 metros cúbicos por segundo, con sólo 24 plantas, sin duda fue un avance importante, desafortunadamente ese esfuerzo no fue sostenido en los años siguientes.

De acuerdo al Centro Virtual de Información del Agua en un balance hídrico de la CdMx el volumen promedio de agua que va al drenaje es de 39 metros cúbicos por segundo, de los cuales 17.5 m3/s son aguas residuales, 15.3 m3/s es agua pluvial y 6.2 m3/s es agua potable derivada de fugas en la red. En el balance del año 2017 se calculaba que el tratamiento y reuso alcanzó un volumen de solo 3.3 m3/s., lo que representa el 8.4% de las agua combinadas y 18.8% de aguas residuales, un retroceso muy importante comparado con el año 2010.

El quinto informe del actual gobierno de la CdMx señala que las 26 plantas de tratamiento genera 2.08 metros cúbicos por segundo, el nivel más bajo comparado con los reportes del propio gobierno para los años 2008 y 2010, comparado también con el reporte del Centro Virtual de Información del Agua para el año 2017.

Para convertir en una alternativa la utilización de agua tratada se requiere generar una oferta de mayores volúmenes que resulten accesible a los usuarios; los 869 kilómetros de líneas de conducción y distribución  que se extiende en 11 delegaciones son insuficientes y sólo se destina al llenado de lagos, riego de áreas verdes y camellones, en procesos textiles y de enfriamiento, lavado de patios y autos. Cabe destacar que la supervivencia de los canales y humedales de Xochimilco y Tláhuac dependen ya del funcionamiento  de varias plantas de tratamiento a cargo del Gobierno de la Ciudad.

Si se considera que la prioridad de las inversiones en los años siguientes, en materia hídrica, deben enfocarse en recuperar agua de las fugas y en aprovechar el agua pluvial, al menos se debe considerar una inversión suficiente para que se aproveche al 100% la capacidad de las 26 plantas de tratamiento con las que cuenta la ciudad, que es de 5.06 metros cúbicos por segundo.

De acuerdo al Reporte de Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales de la CdMx, 2015, de la Secretaría de Medio Ambiente en la iniciativa privada se operan 244 pequeñas plantas de tratamiento, 104 en el sector industrial, 118 en el sector de servicios y 23 en el sector comercio. El volumen total de agua tratada que producen es .36 metros cúbicos por segundo. Sin duda que ahí hay un rubro en el que se requieren mayores esfuerzos, considerando que la CdMx tiene mucha actividad en esos tres sectores y se esperaría que la aplicación de la normatividad ambiental provocara una mayor participación de la IP en lograr un equilibrio en los balances hídricos de la capital.

Si la Ley de Aguas de la CdMx ya considera como una obligación de las nuevas construcciones utilizar mecanismos de aprovechamiento de agua pluvial o alternativamente de agua tratada, la pregunta es ¿Por qué no se vigilado que eso ocurra?

El próximo gobierno enfrenta un reto mayúsculo y no puede darse el lujo de dejar de explorar todas las opciones, no podemos seguir menospreciando el tratamiento y reuso de aguas residuales, se requieren mayores esfuerzos en la medida de las capacidades de planeación y de inversión, aunque también es justo reconocer que enfrentará fuertes presiones porque ya se construyó una mega planta de tratamiento de aguas residuales en Atotonilco, estado de Hidalgo, que requiere como materia prima las aguas combinadas que expulsamos de la Cuenca de México.

Imprimir artículo Síguenos en Google News

Post más visitados en los últimos 7 días