Ciudad de México.- A más de cinco meses del sismo, resulta imposible saber cuántos recursos se han destinado a la reconstrucción en las entidades afectadas, pues hay una gravísima opacidad y un caos en el manejo de fondos federales, estatales y de origen privado destinados a la reedificación, acusó el doctor Mauricio Merino, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).
El académico, quien precisó que no regresará a la Comisión para la Reconstrucción de la CDMX, pues su renuncia al cargo de subcomisionado fue irrevocable, participó hoy en la presentación del “Estudio sobre mecanismos de vigilancia, transparencia y rendición de cuentas en el proceso de reconstrucción”. Ahí, sostuvo: "El proceso de reconstrucción en México, como país, en este momento ya es caótico y cuando algo es caótico conduce al fracaso".
Sobre el caso particular de la Ciudad de México fue insistente en señalar que el gobierno local debe informar con todo detalle, qué uso, qué destino y qué resultados han tenido los fondos utilizados para la reconstrucción. "Hubo un episodio enojoso tras la publicación del Presupuesto de Egresos de 2018 emitido por la ALDF, que interrumpió el flujo de información y un proceso que venía bien; por fortuna la Asamblea rectificó y hoy estamos en proceso de que se nombre una nueva Comisión de Reconstrucción y que tendrá cuenta exacta de la manera en la que se está usando el dinero, y cuenta exacta de los 7 mil 754 millones de pesos, que al menos yo tuve a la vista en un oficio firmado por el diputado presidente de la Comisión de Gobierno de la Asamblea, donde se hacía esa distribución de dinero, sin que se acompañara de las razones, los proyectos ejecutivos, los criterios, la planeación, el propósito de esos 7 mil 754 millones", dijo
En las instalaciones del CIDE, Merino explicó que, a pesar de la opacidad prevaleciente en el manejo de los recursos para la reconstrucción no es posible afirmar que el dinero se esté desviando a las campañas electorales, “pero tampoco podemos asegurar que no estén siendo desviados”, dijo.
Además, lamentó que no hay coordinación entre los responsables de manejar los distintos fondos e insistió en la propuesta de la organización Nosotrxs, de la cual forma parte, de crear un Fondo único a nivel nacional que concentre, maneje y administre los recursos para la reconstrucción.
Expuso que actualmente, con la opacidad y descoordinación, lo que se genera es una falta de planeación de largo aliento para enfrentar futuras emergencias; no existe la rendición de cuentas; se desconoce si se está haciendo negocio con ese dinero o hay un lucro político y financiero a través del mismo.
Tampoco hay una buena comunicación entre instancias del gobierno y con la sociedad, lo cual propicia que no se hayan gestado mecanismos de participación ciudadana.
“Lo que el estudio concluye es la necesidad de poner orden en el proceso de reconstrucción. Requerimos un muy buen sistema de planeación, pues hoy por hoy la reconstrucción puede ser capturada para fines distintos para los que deberían ser destinados los fondos”, advirtió en profesor e investigador del CIDE.
Durante la presentación del Estudio, Liliana Veloz, también investigadora del CIDE y directora ejecutiva de la Red por la Rendición de Cuentas, enumeró los datos sobre los daños que dejaron los sismos de septiembre pasado.
Así, se han contabilizado 471 pérdidas humanas en todo el país; 12 millones de afectados; 5 mil 765 viviendas dañadas tan sólo en la Ciudad de México y 180 mil a nivel nacional; 16 mil 136 escuelas con afectaciones y 53 centros de salud con daños mayores.
Veloz dio a conocer una serie de gráficos que dan cuenta de los distintos fondos creados a partir de esos sismos. Detalló que, con información del SAT, sobre un primer reporte de transparencia de donatarias, el monto total aportado en fondos privados para las ocho entidades afectadas por los sismos asciende a 177 millones 797 mil pesos.
Sin embargo, explicó que luego de un cruce de información de ese monto, aportado por instituciones bancarias, organizaciones sociales, instituciones de asistencia privada y hasta por actores, el monto asciende a tan sólo 59 millones 363 mil pesos, lo que deja ver inconsistencias en el reporte de datos de fondos privados en manos del SAT.
A esos montos, debe sumarse un monto de 51 millones 148 mil pesos aportados por otras naciones, como China, Corea, Estados Unidos, Francia, Honduras, Japón y Botsuana.
Luego de la presentación del Estudio y al hablar de que no regresaría como subcomisionado para la reconstrucción, Mauricio Merino consideró que el jefe de Gobierno de la Ciudad debe nombrar una nueva Comisión de Reconstrucción en la CDMX.
Y aunque insistió en el que el problema no sólo es de la capital del país, sino nacional, dijo confiar en que se nombrará a un buen titular de esa Comisión, luego de la renuncia de Ricardo Becerra.
No obstante, el investigador del CIDE dijo que la pregunta no sólo es si se designará a un buen comisionado, sino quién será el jefe de Gobierno, en referencia a la cercana renuncia de Miguel Ángel Mancera para buscar un escaño en el Senado.
El investigador agregó que no existe posiblidad de una reconstrucción rápida y quien lo asegure miente.
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