Ciudad de México.-Ni era para tanto. Se trataba de un punto de acuerdo inocuo, pero los diputados locales de Morena tienen la piel sensible, armaron una revolución que terminó en insultos entre legisladores de las diferentes bancadas y generaron una tensión superflua previo a que empiece aquí, en el Congreso capitalino, la batalla por el Presupuesto 2019 de la Ciudad de México.
La sesión del Pleno se desarrollaba con el soporífero ambiente que suele caracterizar la presentación de puntos de acuerdo. El diputado del PRI, Guillermo Lerdo de Tejada subió a tribuna para proponer un exhorto a la Cámara de Diputados y al Presidente Andrés Manuel López Obrador, a fin de que en el proyecto de presupuesto de egresos de 2019 se incrementen en la medida posible los recursos destinados a la educación superior.
¡Fue el acabose!
Legisladores de Morena empezaron a intervenir a diferentes tonos para oponerse a la propuesta del priista Guillermo Lerdo.
“Es un planteamiento engañoso, los priistas no tienen la autoridad moral para plantearlo, plantean ahora que sí les interesan los jóvenes, la educación. ¿Qué acaso piensan que sufrimos amnesia? ¿Qué no recordamos los hechos del 68, del 71, del 99, que junto con los gobiernos panistas intentaron extinguir las normales rurales? También recordamos los acontecimientos de Ayotzinapa, la mal llamada reforma educativa. Realmente nosotros en Morena sí estamos comprometidos con la educación. Hechos, no palabras”, reviró el morenista Eleazar Rubio.
En su réplica, el legislador del PRI se dijo sorprendido de la vehemencia utilizada para denostar el punto de acuerdo. “No vine aquí ni a asignarle culpas al nuevo gobierno ni vine a señalar que el Presidente actual ha sido omiso, de ninguna manera. Simplemente les dije que ojalá de manera muy respetuosa pudiéramos hacer un exhorto a la Cámara de Diputados para que se tenga como una prioridad la educación superior, fue todo lo que dije. No entiendo los señalamientos, las agresiones, las remembranzas del pasado”, dijo.
Pero los ánimos ya estaban encendidos. La oposición comenzó a restregarle a los morenistas la falta de legitimidad y reconocimiento oficial que tienen las llamadas Universidades de Morena. La bancada mayoritaria comenzó a defender su proyecto de educación.
Como ocurre siempre a estas alturas de la sesión, cuando se presentan puntos de acuerdo los diputados comienzan a dejar sus curules y abandonan el salón de sesiones. Esta vez no fue la excepción y muchos morenistas no estaban presentes.
Así, la presidenta en turno de la Mesa Directiva, la diputada del PAN Margarita Saldaña anunció que se sometería a votación económica –a mano alzada- la aprobación o no del punto de acuerdo.
Con 22 votos a favor del PRI, PRD y PAN y 18 en contra de Morena y PT, el diputado Guillermo Lerdo de Tejada veía cómo su punto de acuerdo se aprobaba en el Pleno.
Agarrados en curva, los morenistas trataron de tirar esa votación y aferrándose al reglamento del Congreso local pedían que la votación se realizará de manera nominal. Lo pedía Carlos Hernández Mirón, lo exigía Carlos Castillo, lo arengaba entre insultos Leticia Varela, pero la panista Margarita Saldaña no se los concedió.
“Le solicito de la manera más atenta que deje de ser facciosa y que de una…¡Me permiten! ¿Cuál es el miedo y el temor a un voto del cual estamos solicitando? Por favor, deje esas actitudes ya que usted está presidiendo la mesa”, le soltó Varela a la panista Saldaña.
La sesión se descompuso a partir de ese momento. La oposición pedía respeto para la presidenta de la Mesa y la bancada mayoritaria argumentaba que el uso de la palabra faccioso no era un insulto.
Con diccionario en mano, Carlos Castillo leyó la definición de la Real Academia Española de la Lengua sobre la palabra faccioso. Llegó a la conclusión de que no es una grosería.
Para ese momento el sorprendido legislador del PRI, Guillermo Lerdo de Tejada había decidido retirar su polémico punto de acuerdo.
“Presidenta, si me permite. Como el promovente de este punto de acuerdo, en primer lugar coincidir que efectivamente se ganó la votación de manera económica. Como reitero, el ánimo en ningún momento fue causar esta polémica, esta división dentro del Congreso, reitero si de verdad es motivo de resistencia el punto de acuerdo que presenté a favor de un mayor presupuesto para las universidades, solicito formalmente que sea retirado del orden del día”, dijo el priista.
Pero el anuncio del diputado del PRI no logró relajar el ambiente. Su compañero y coordinador de la bancada priista, Tonatiuh González, puso el ingrediente necesario para llevar esto al clímax.
Desde su curul, con evidente molestia, dijo haber escuchado en el pasillo central del Pleno una conversación entre Carlos Castillo y la también legisladora de Morena, Guadalupe Aguilar Solache, en la que esta última se refería, con groserías, a Guillermo Lerdo de Tejada.
Tonatiuh le pidió a Carlos Castillo volver a hacer uso de su diccionario.
“Por otro lado, que también si viene en tu diccionario, porque ya son varias ocasiones de la diputada Solache y lo dijo ahorita aquí, yo estaba acá…Tampoco voy a permitir que a un diputado de mi partido diga: ´Le voy a dar la espalda a este mamón por pendejo´, ¿entonces qué viene en tu diccionario, Carlos, mamón y pendejo, ese ya es el vocabulario que vamos a usar?”, soltó el coordinador del PRI entre exclamaciones de asombro, rechazo y descalificación que llenaron el salón de sesiones.
Aguilar Solache quiso hacer uso de la palabra por alusiones, también Carlos Castillo y varios diputados de Morena. Margarita Saldaña no se los concedió.
La presidenta de la Mesa decidió hacer caso a la recomendación del coordinador del PRD, Jorge Gaviño, quien le recordó que ella tenía la atribución de suspender en cualquier momento un debate.
Así lo hizo la diputada del PAN, porque además la discusión se había quedado sin materia, al haberse retirado el punto de acuerdo, muy a pesar de la morenista Valentina Batres quien insistía desde su curul que varios de sus compañeros habían pedido la votación nominal.
Con esos ánimos y ese lenguaje iniciará aquí, en una semana, la discusión del Presupuesto 2019, el primero del gobierno de Claudia Sheinbaum.
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