Ciudad de México.- Gobernar con austeridad también representa un riesgo que pone en peligro la vida de miles de capitalinos que utilizan todos los días –con o sin pandemia—el Metro de la Ciudad de México (CDMX).
La falta de mantenimiento –atribuible a esta y anteriores administraciones capitalinas—se ha convertido en un peligro por las fallas y accidentes constantes de los últimos días.
El 9 de enero pasado, el Puesto Central de Control del Sistema de Transporte Colectivo se incendió, causando la muerte de una persona y la suspensión temporal de 6 líneas, en perjuicio de millones de usuarios.
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La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, dijo un día después que esas instalaciones estaban en proceso de revisión; sin embargo, el incidente se adelantó a cualquier posible reparación.
Una explicación poco suficiente para el peligro que corren los usuarios, pues el lento “proceso de revisión” pudo costar la vida de muchas personas.
Hace unos días, un vagón de la Línea 3 se incendió en la estación Indios Verdes. El personal de seguridad actuó de inmediato y apagó el fuego sin que se hayan reportado personas heridas.
Esas situaciones, que sucedieron con un mes de distancia, encendieron los focos rojos en las autoridades de la Ciudad de México, comenzando por Sheinbaum, y pasando por el secretario de Movilidad, Andrés Lajous, y la directora del Metro CDMX, Florencia Serranía Soto.
Ante los incidentes, Serranía se ha escondido y delega para arriba al dejarle toda la responsabilidad a la jefa de Gobierno de la CDMX.
La directora del Metro, en su única aparición en una conferencia de prensa después del incendio del Puesto de Control, dijo que los programas de mantenimiento corresponden a la gerencia de instalaciones fijas y sus subgerencias por especialidades.
“Yo soy la directora del Metro, solamente”, soltó al ser cuestionada sobre su responsabilidad.
Por el bien de millones de usuarios, la Jefa de Gobierno debe apresurar e invertir recursos en la seguridad en ese medio de transporte que se está convirtiendo en una verdadera bomba de tiempo.
Un accidente con resultados catastróficos acabaría con las aspiraciones presidenciales de Claudia Sheinbaum.
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