Adiós al Padre Obispo, el Obispo de los Pobres

Ciudad de México.- El ala conservadora de la Iglesia Católica lo llamó “comunista”, pero los niños del Istmo de Tehuantepec con cariño lo llamaron el “Padre Obispo”, Arturo Lona Reyes, obispo emérito de la Diócesis de Tehuantepec, en Oaxaca, quien falleció a la edad de 94 años el pasado sábado víctima del Covid19  en el Hospital Médica Azul de la Ciudad Cooperativa Cruz Azul Lagunas, Oaxaca. 

Pastor comprometido con los pueblos indígenas a los que acompañó en la búsqueda de la justicia y contra las estructuras que los oprimen.

Conocido como el “Obispo de los Pobres” se comprometió a su llegada en 1972 a la diócesis de Tehuantepec  con los pueblos indígenas mixteco, zapoteco, chontal, mixe, huave, zoque, mazateco y chinanteco, sufrió 11 atentados de los que salió ileso todos en tiempo del gobernador oaxaqueño Diódoro Carrasco. 

En su testamento espiritual, escrito después de 40 años de servicio sacerdotal siguiendo el lema “evangelizar a los pobres”, decidió enriquecerlo con la frase “los pobres nos evangelizan” que desde hace nueve años lo utilizaba.

Al lado del obispo Samuel Ruiz y el arzobispo Bartolomé Carrasco Briseño fue impulsor de la Pastoral Indígena. Lona Reyes acompañó los movimientos populares en la región del Istmo de Tehuantepec como los conflictos surgidos en los pueblos zapotecos por los proyectos eólicos a través del Centro de Derechos Humanos Tepeyac que él fundó.

También creó la Universidad Indígena de Candayoc y escuelas de las órdenes de los jesuitas y maristas. Fundó la Unión de Campesinos e Indígenas de la Región del Istmo (UCIRI) y las Comunidades Campesinas en Camino (CC) dedicados a la comercialización de café y ajonjolí orgánicos en los mercados nacional e internacional.

Participó en la creación de la Formación para la Salud (CEPAFOS) clínica donde se brindan servicios de salud tradicionales y ordinarios así como el centro ecológico COMA donde se promueve el cuidado del medio ambiente.

A los Obispos de la Región Pacífico Sur los acompañó en la elaboración de varios documentos pastorales entre los que destacan los relacionados a temas sobre la opción preferencial por los pobres, el narcotráfico, el alcoholismo y los migrantes.

Fue integrante del grupo de Obispos Amigos (GOA) al que pertenecían obispos de América Latina y El Caribe y los unía la “opción preferencial por los pobres”. Los obispos mexicanos que participaban: el arzobispo Bartolomé Carrasco Briseño y los Obispos: Sergio Méndez Arceo, José Alberto Llaguno Farías, Samuel Ruiz y obispos de Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Nicaragua, Brasil, Venezuela y Colombia, entre otros, en esas reuniones participaban teólogos de la Teología de la Liberación como Leonardo Boff y Gustavo Gutiérrez .

Como obispo emérito se fue a vivir a San Francisco de la Paz en Santa María Chimalapa donde ayudó a gestionar la construcción de obras sociales como la construcción de un puente y una clínica rural.

Perteneciente a una generación de obispos comprometidos en la defensa de los derechos de los más desprotegidos, en febrero del 2019 el Senado de la República le rindió homenaje a su trayectoria en defensa de los derechos de los indígenas.  

Los obispos sucesores en la diócesis de Tehuantepec Felipe Padilla  Cardona 2000-2009; Oscar Armando Campo Contreras 2010-2017 y el actual Crispín Ojeda Márquez del 2018 a la fecha no han logrado identificarse con la labor pastoral del “obispo de los pobres”, Arturo Lona Reyes. Adiós a un gran pastor que su ejemplo sirva para la actual jerarquía católica mexicana.

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