Hoy le tocó a Santiago Taboada pasar por el tamiz de la crítica ácida que ya es muy propia de los alumnos de la Universidad Iberoamericana en épocas electorales.
Y como no podía ser de otra forma, el candidato de la oposición debió enfrentar señalamientos y duros cuestionamientos sobre el cártel inmobiliario en el que están involucrados integrantes de su partido.
En el Auditorio “José Sánchez Villaseñor” de esa casa de estudios, tuvo que aceptar que la corrupción inmobiliaria es un problema, pero no privativo de una alcaldía sino que está en toda la Ciudad.
A BOCAJARRO
El formato del encuentro con Taboada permitía que los estudiantes hicieran preguntas a micrófono abierto.
Así, a bocajarro, un alumno de nombre Bruno le soltó:
“Se le acusa de corrupción respeto al cártel inmobiliario y quisiera saber qué tiene que decir al respecto”.
De entrada Taboada aclaró que él no meterá las manos al fuego por nadie y luego enfatizó que no lo pueden acusar de nada, por lo cual tiene la conciencia tranquila.
“Para mí ese problema (la corrupción inmobiliaria), que es un problema, no estoy negándolo y no solamente existe en Benito Juárez.
“Es un problema de diseño de la Ciudad, porque de otra forma no te explicarías por qué la secretaria de Gobernación tiene un edificio irregular en la Cuauhtémoc o porque hay 859 departamentos autorizados de más por la Seduvi en la alcaldía Azcapotzalco”, argumentó.
Calificó como una patraña y una invención la narrativa gubernamental sobre el cártel inmobiliario y dijo que ello obedeció a una persecución política en su contra.
“¿Pero crees que si tuviera medio pelo despeinado estaría yo aquí?”, le cuestionó Taboada al alumno que le hizo la pregunta.
Se comprometió a combatir la impunidad, sin importar el partido político.
Justificó su gestión al decir que los grandes proyectos inmobiliarios los aprobaron quienes hoy son parte de la 4T y ese, ejemplificó, fue el caso de Mítikah en el pueblo de Xoco, avalado en el sexenio de Marcelo Ebrard.
Cómo pocas veces ocurre y ni siquiera sucedió durante el debate del domingo, el candidato opositor se tuvo que colocar en una postura de defensa ante el tema del cártel inmobiliario.
Los alumnos fueron insistentes en ese asunto, pues en la siguiente pregunta un estudiante le cuestionó cómo podía confiar en él cuando hay tantos señalamientos sobre corrupción inmobiliaria en la alcaldía Benito Juárez.
Taboada le dijo que cuando en 2018 llegó a la alcaldía cerró la ventanilla para revisar trámites relacionados con proyectos inmobiliarios y resguardó los folios reales de 100 departamentos irregulares.
Curiosamente, agregó, esos 100 departamentos fueron autorizados por un DRO que dependía de la Seduvi.
POSTURAS FEMINISTAS
Una joven de nombre Andrea acusó a Taboada de colgarse del feminismo por un interés político, cuando en 2016 y como legislador federal votó contra el matrimonio igualitario.
La estudiante le cuestionó entonces su incongruencia pues el dice que de llegar al GobCDMX “ni un derecho se echará atrás”.
Según Taboada votó en contra porque el matrimonio igualitario no debía regularse a nivel federal y por eso un año después sí lo aprobó en la Constitución capitalina.
En tono de reproche, Andrea lo interrumpió para decirle que le interesaba escucharlo hablar sobre los derechos de la comunidad LGBTTTI y de las mujeres, no sobre su justificación en aquel voto.
El candidato habló de más presupuesto para garantizar el acceso a servicios de salud en favor de la comunidad LGBTTTI y para las mujeres, pero la propuesta no terminó de gustar.
Diana, estudiante de la maestría en políticas públicas, le recriminó que no contestara y por ello, le dijo que le volvía a aventar el balón.
Acusó que el lenguaje prevaleciente en el proyecto político que encabeza Taboada es el de una familia patrialcal y le cuestionó cómo integrará a otras formas de familia.
Se lo hizo ver con expresiones que él utiliza, como cuando habla solo de “ellos”, no de “ellas” ni de “elles”.
Varias veces, Diana lo corrigió en el uso de sus expresiones y entre ambos se generó un intercambio de palabras en el que se interrumpían.
—¡Muchas de nosotras, nosotres! ¡Muchas! Sigues hablando en masculino—, acusó la alumna.
—Bueno, muchas y muchos—, dijo Taboada al tener que atajar algunas risas.—No, no, no. Está bien, yo te agradezco que todo en lo que nos podamos equivocar nos corrijan, porque para estamos—, concluyó el candidato entre gritos de “Jefe de gobierno” que lanzaron al menos la mitad de los alumnos reunidos en el auditorio.
Ante la insistencia de ella, quien incluso metió el tema de la diputada Ana Villagrán, Taboada la invitó a sumarse a su equipo para revisar la agenda en ese tipo de temas.
“Te cambió el balón”, le dijo el abanderado opositor y le sugirió acercarse al senador Emilio Álvarez Icaza.
ETIQUETA DE FACHO
La visión de algunos estudiantes de la Ibero hacia Taboada es que representa a la derecha conservadora y un alumno se lo soltó cuando le preguntó cómo le quitará la etiqueta de “facho” a su partido el PAN.
El ex alcalde consideró que el PAN debe modernizarse y reconoció que su bandera de defensa a la diversidad de derechos ha generado debates internos.
Planteó que después del proceso electoral, el PAN debe reflexionar porque la Ciudad ya cambió y por ello se deben modificar los estatutos del partido.
Antes, cuando se le preguntó su postura sobre la interrupción legal del embarazo se definió como un panista de otra generación que está dispuesto a darle continuidad a lo que se hizo bien.
Pidió a los estudiantes que a la hora de votar, más que ver por los partidos, se fijen en las personas.
No convenció mucho cuando dijo que era un panista de una nueva generación, pues los estudiantes le recordaron que incorporó en su equipo de campaña a personajes como Javier Lozano, Ernesto Cordero, al ex morenista Alejandro Rojas Díaz Durán y a la vieja clase política patriarcal panista.
Según Taboada quienes hoy integran su equipo de campaña no necesariamente se sumarán a su gobierno, pues lo que ha hecho es tomar experiencias positivas de distintas personas con trayectoria.
Pidió a los jóvenes revisar sin condenar.
¿ACARREADOS?
Como no ocurrió un día antes con la candidata de la 4T Clara Brugada, los estudiantes fueron más generosos en los aplausos hacia Taboada, incluso con porras.
Al final de su encuentro, el candidato tardó más de 20 minutos en bajar del podium, pues los estudiantes se formaron para tomarse una selfie con él y le pidieron que se pusiera una sudadera roja estampada con el nombre de la Ibero.
Para otro grupo de estudiantes esas expresiones no fueron auténticas, sino un acarreo propiciado por el equipo de campaña del candidato.
De hecho, la última de las preguntas fue sobre ello y un enfadado alumno de nombre Samuel recordó que esos encuentros tenían la intención de establecer un diálogo honesto con los candidatos.
“¿Entonces por qué permites que los grupos juveniles de los partidos que te postulan acarreen estudiantes para echarte porras e incluso para señalar a otros estudiantes que pudieran ser críticos a tus posturas?”, cuestionó el estudiante.
Taboada expuso que ya ha acudido a cinco universidades y no ha tenido necesidad de acarrear a nadie. Consideró que legítimamente mucho del estudiantado se siente identificado con su proyecto.
Recordó que en el acceso a la Iberoamericana había un estricto control de acceso a invitados.
Dijo que no se escondió ni evadió alguna pregunta, por lo cual pidió a los jóvenes comparar proyectos.
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