Nora Morales de Cortiñas, la activista argentina por los derechos humanos y madre buscadora falleció el día de ayer a los 94 años en la Ciudad de Buenos Aires sin haber encontrado a su hijo. Norita, como era conocida en Argentina, no dejó de buscar ni un solo día a su hijo mayor Gustavo, desaparecido durante la dictadura militar el 15 de abril de 1977.
Norita, quien era presidenta de Madres de Mayo – Línea Fundadora, buscó a Gustavo junto con otras madres que también buscaban a sus hijos y nietos en despachos oficiales comisarías durante la dictadura. Después, ya durante el periodo democrático se presentó ante la justicia para buscar sin mucho éxito respuestas en los militares acusados por cometer delitos de lesa humanidad. Nunca logró siquiera saber en que sitio de detención lo tuvieron secuestrado o qué hicieron con él. Pero Norita siempre llevó la imagen de Gustavo en su pecho, era su forma de recordarlo y de recordar a los 30,000 desaparecidos durante el terrorismo de estado.
Norita fue operada de una hernia la semana pasada y permaneció durante días en terapia intensiva. Murió un jueves, ese día que durante 47 años sin falta (a excepción de los años de pandemia de coronavirus) ha sido la cita para todas las Madres y Abuelas de la Plaza de Mayo que buscan a sus familiares y que transforman su dolor en una lucha colectiva por la memoria.
Nació en Buenos Aires, en 1930, como la tercera hija de una familia de clase media. A los 19 años se casó con su primer y único novio, Carlos Cortiñas, y pronto llegaron sus dos hijos: Gustavo y Marcelo. Había pasado sólo un año desde el Golpe de Estado cuando Gustavo desapareció junto a decenas de personas que eran secuestradas por militares como parte de un plan sistemático de exterminio insurgente.
Ante la desaparición de sus hijos, las madres comenzaron a reunirse en la Plaza de Mayo, frente a la sede del Gobierno argentino, para dar vueltas alrededor de la Pirámide exigiendo la aparición de sus hijos. Cortiñas mantuvo el ritual hasta el final de su vida.
Cortiñas apoyó numerosas luchas sociales tanto dentro como fuera de Argentina. Su última aparición en público fue apenas el 24 de marzo de este año, donde marchó para conmemorar el aniversario del último golpe de Estado Militar y gritar preocupada junto con miles de jóvenes por los discrusos de reivindicación de la dictadura por parte del gobierno del actual presidente argentino Javier Milei.
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